Los cambios fiscales aplicados desde el 1 de enero han supuesto una merma en la recaudación de 132 millones de euros, según los datos de la Agencia Tributaria. El impuesto que más ha modificado sus ingresos ha sido el IRPF, que ha perdido 132 millones de recaudación sólo en los dos primeros meses del año, a pesar de la promesa de rebajar el déficit público.
En concreto, la medida que más ha afectado al impuesto ha sido la rebaja de tipos aplicada desde el 1 de enero, que, en total, ha hecho perder a Hacienda 223 millones de euros. La rebaja de retenciones del trabajo ha costado a las arcas públicas 203 millones, mientras que el recorte en las retenciones de capital ha supuesto otros 15 millones de euros. Finalmente, la deducción a familias numerosas y dependientes ha supuesto otros 5 millones.
No obstante, la pérdida recaudatoria podría haber sido mayor, ya que la Agencia Tributaria ha "ganado" 80 millones de euros con las retenciones de la parte de la paga extra recuperada por los funcionarios en diciembre. Estas retenciones se ingresan en Hacienda con un mes de retraso, de ahí que se contabilicen en el año 2015.
Otros cambios fiscales con menos impacto
El resto de modificaciones fiscales ha tenido efectos menores en las arcas de Hacienda. Los cambios en Sociedades han hecho que el Estado ingrese 10 millones menos, de los que 7 millones se deben a las medidas que se aplican desde el 1 de enero (rebaja de tipos entre otras cuestiones) y los otros 3 millones, al efecto de los cambios de años anteriores.
La modificación de la tarifa en el Impuesto de la Renta de los No Residentes (IRNR) ha tenido un efecto negativo en la recaudación de otros 6 millones de euros. La exención parcial del Impuesto sobre la Electricidad ha costado otros 8 millones a las arcas públicas este año.
Por el contrario, el impuesto que ha tenido un impacto más positivo en la recaudación ha sido el Impuesto sobre Gases Fluorados, que ha agregado 35 millones de euros a los ingresos fiscales de los dos primeros meses del año 2015.
