
La empresa de elaborados cárnicos Espuña prevé alcanzar los 100 millones de euros de facturación en el "medio plazo" y abrir una planta de producción en Norteamérica, donde desembarcará este verano a través de Canadá, con el objetivo de llegar próximamente a Estados Unidos.
Fundada en Olot (Girona) en 1947, Espuña es uno de los principales fabricantes de embutidos de Cataluña, aunque en los últimos años ha ampliado su gama de productos con el lanzamiento de nuevas referencias como las 'Tapas al minuto' -tapas precocinadas para tomar calientes- o los snacks 'Cañitas'.
La firma, que cerró 2014 con una facturación de 69 millones de euros, exporta el 51 % de su producción, principalmente a Francia, Argentina, Portugal, Alemania y Reino Unido.
Exportando tapas
El gerente de la compañía, Xavier Espuña, ha explicado que más del 90 % de las tapas que fabrican ya se destinan a la exportación.
Sólo en 2014 Espuña vendió 4,5 millones de sus 'Tapas al minuto', lo que supuso una facturación de 5,5 millones de euros, casi un 8 % del total del grupo.
Para hacer frente al incremento de la demanda de este producto, sobre todo en los mercados exteriores, Espuña ha invertido más de 2 millones de euros en la puesta en marcha, esta misma semana, de una nueva planta de producción en La Pobla de Lillet (Barcelona) que se centrará exclusivamente en la elaboración de tapas.
En total, Espuña exporta sus productos a 47 países de Europa, Sudamérica, Asia y Oceanía, algunos de ellos tan "exóticos" como Nueva Caledonia, Reunión, Martinica o Polinesia.
Su objetivo, sin embargo, es seguir conquistando nuevos mercados y el próximo de ellos será Canadá, donde previsiblemente desembarcará a partir de este verano, después de un año y medio de trabajo.
Tras Canadá, "el siguiente paso será Estados Unidos", avanza Xavier Espuña, que planea tener en un futuro un centro productivo en uno de estos dos países norteamericanos para abastecer un mercado que espera que tenga mucho recorrido.
Junto a su hijo, Esteban Espuña, el gerente de la empresa ya ha realizado una primera incursión en Norteamérica para analizar posibles emplazamientos y conocer el tejido industrial, pero por ahora, subraya, "está todo muy verde".
Además de la nueva planta de La Pobla de Lillet, Espuña tiene también centros de producción en Olot (Girona), en Utrillas (Teruel) y otro de pequeñas dimensiones en Argentina, donde hace lanchas de jamón curado para el mercado local y Brasil.
"Si queremos tener implantación en Estados Unidos o Canadá hemos de tener implantación allí, así que a la larga tendremos una planta en uno de estos dos países", subraya el máximo responsable de la compañía.
Tras unos años de dificultades, que Espuña ha logrado capear gracias a las exportaciones, la empresa se muestra optimista ante la recuperación del mercado y prevé elevar este año un 10 % su facturación, hasta los 76 millones de euros, mientras que a "medio plazo" -no concreta cuándo- confía en alcanzar unas ventas de 100 millones.
En este contexto de crecimiento, Espuña afronta también su proceso de relevo generacional. Xavier Espuña, de 62 años, se retirará en tres años y cederá el mando de la compañía a su hijo mayor Esteve, que actualmente lidera el proyecto americano.
Esteve Espuña, que es ingeniero informático y de telecomunicaciones y MBA por la escuela de negocios IESE, se incorporó a Espuña hace aproximadamente un año tras estar trabajando durante dos años y medio para Samsung en Corea del Sur.