Johannesburgo, 7 sep (EFECOM).- Seat ha llegado a Sudáfrica para intentar conquistar una parcela clave del difícil mercado local, y en el poco tiempo que lleva aquí está vendiendo unos cien vehículos al mes, informaron hoy portavoces de la compañía.
El grupo español está en Sudáfrica desde junio pasado. Junto con México, el sudafricano es el único mercado no europeo al que está intentando entrar Seat, según dijo a Efe el portavoz del grupo en Sudáfrica, Rudi Venter.
A este país, con la economía más importante del continente, Seat ha llegado con los últimos modelos, incluyendo el Ibiza, el León y el Altea, en todos los casos con cilindradas de 2.000 centímetros cúbicos o mayores.
"Así destacamos las características deportivas de la marca en el mercado sudafricano", agregó Venter.
En Sudáfrica se venden cerca de 40.000 automóviles de pasajeros al mes. El primero en ventas es precisamente Volkswagen, dueño de Seat y que coloca en este país unas 10.000 unidades mensuales.
Los automóviles son una de las mayores debilidades de la creciente clase media de población negra que ha comenzado a surgir en Sudáfrica desde que terminó el régimen segregacionista, a comienzos de los años noventa.
Las calles de Johannesburgo, la principal ciudad del país, están llenas de automóviles Mercedes y BMW. Tanto es así que se suele bromear con estas últimas iniciales dándole un significado distinto al que tiene: "Black Man's Wish", o el deseo del hombre negro.
A Seat le ha resultado difícil darse a conocer en Sudáfrica porque la marca española nunca había llegado aquí y la presencia de los negocios de España se concentra en sectores poco ligados al consumo diario, como el acero o la infraestructura.
"Nuestro objetivo de mercado son fundamentalmente los jóvenes negros profesionales que no se hayan comprometido con una determinada marca", agregó el portavoz de Seat en Sudáfrica.
El grupo Volkswagen decidió probar suerte con los automóviles de Seat en Sudáfrica en 2005, con la intención de incrementar su posición en el mercado local.
Los responsables del grupo, agregó Venter, "revisaron las marcas que existían dentro de la gama VW y decidieron que Seat ofrecía un rango de modelos apasionantes que se ajustaban perfectamente a los consumidores sudafricanos".
Desde que llegó Seat a Sudáfrica, en junio pasado, las ventas, de cien vehículos mensuales, aún son bajas si se comparan, por ejemplo, con las de BMW, que tiene una planta en este país y vende mensualmente unos 2.500 vehículos de pasajeros.
"El mercado sudafricano es muy difícil, porque la lealtad a la marca sigue siendo un factor clave a la hora de decidirse por la compra de un automóvil", agregó el portavoz.
"Sin embargo -añadió- pensamos que el estilo deportivo y dinámico de Seat lo diferencia de sus competidores".
Los Ibiza de Seat, según Venter, compiten aquí con el Clio de Reanult, el Peugeot 207 o el Mini. El León se las ve con el Renault Megane, el Peugeot 307 o el Opel Astra, entre otros. Y el Altea tiene que competir con el Scenic de Reanult o el Citroen Picasso.
De momento, los planes de Seat se limitan a Sudáfrica. Todos los modelos llegan desde la fábrica barcelonesa de Martorell y, hasta ahora, el grupo español no tiene intención de montar ninguna fábrica en Sudáfrica, añadió el portavoz. EFECOM
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