¡Hagan sus apuestas, señores! ¿Venderá ACS su participación al mejor postor? ¿Renunciará a parte de la prima para poder lanzarse rápido a por Iberdrola? ¿Desea eludir contar a sus accionistas que ya no acumula tantas plusvalías de la oferta parcial que cerró en 2006 sobre Fenosa? Son muchas las preguntas que están abiertas, pero la bolsa tomó la noticia con euforia.
Así, el avance ha sido muy importante (las acciones de Fenosa subieron un 8,38%), tanto, que a 14,74 euros, su precio de cierre ha superado el precio medio de cotización en los últimos seis meses, que es de 13,94 euros.
Este dato se suele tener muy en cuenta cuando se lanza una oferta de adquisición sobre una cotizada, porque es uno de los mínimos exigibles para que una oferta de adquisición obtenga la aprobación de la CNMV. Otra cosa es la prima que se tenga que pagar para convencer a los inversores y sobre ello quienes más información pueden aportar son las firmas de inversión.
De acuerdo con los datos de FactSet, para el conjunto de analistas que siguen a la eléctrica, su precio objetivo es 14,9 euros. Es decir, que tras el fuerte estirón de los últimos dos días le quedaría muy poco por subir. A ese precio, cualquier postor que deseara a Fenosa tendría que poner sobre la mesa 13.620 millones de euros, una cifra que se pueden permitir muchas de las principales competidoras europeas.
¿Cuánto pedirá ACS?
No obstante, es probable que ACS desee algo más (en febrero de 2006 adquirió un 10% de su capital a un precio de 33 euros, que tras la multiplicación de acciones en circulación equivale a 11 euros, algo que le daría 3,9 euros por título de plusvalía, o de un 35% en tres años), esgrimiendo, entre otras cosas, que varios expertos dan una valoración más alta de la compañía.
Tomando al grupo de cinco bancos de inversión más optimistas con Fenosa (UNF.MC), el mejor precio medio posible para una operación rondaría los 17,6 euros; luego el desembolso ascendería a 16.000 millones de euros. Una cifra que no supondría un esfuerzo para alguna entidad extranjera que quisiera entrar en España, aunque estuviera obligada a adquirirla entera.
Este requerimiento es necesario tras la entrada en vigor de la nueva por las que se rigen las opas. Ahora, cualquier accionista que supere el 30% del capital debe lanzar una oferta de adquisición sobre todo el capital. Si es que ACS al final vende todo su paquete, claro.