Empresas y finanzas

Piel española se asienta en China como referente mundial calidad

José Alvarez Díaz

Shanghai, 7 sep (EFECOM).- Los curtidos de piel fabricados en España están asentando su imagen como referente mundial de la alta calidad también en China, que ya se ha convertido en el primer mercado de sus exportaciones, explicó a Efe hoy Laura Siurana, responsable de Ferias y Promociones de la asociación sectorial ACEXPIEL.

"Cada vez hay más empresas chinas que exigen producto de calidad", añade, "así que vamos posicionándonos en el mercado".

España vendió a China en 2005 el 19 por ciento de su producción (el 7 por ciento a la República Popular y el 12 por ciento a Hong Kong, en total 57,2 millones de euros, 73,3 millones de dólares).

Esto sitúa al gigante asiático por encima de Italia, el primer comprador europeo de piel española, y también su principal competidor en el mundo, con otro 19 por ciento: 56,1 millones de euros, 71,8 millones de dólares.

Los curtidores españoles venden en China, sobre todo, piel para confección, marroquinería y calzado, especialmente de cordero, en los tipos de piel vuelta, ante y napa.

Veinticinco empresas de la Asociación de la Industria de la Piel para el Comercio Exterior (ACEXPIEL), con apoyo del ICEX, acaban de participar en la feria All China Leather Exhibition (ACLF), en Shanghai, entre ellas 16 de curtidos, 7 de productos químicos y una de componentes de calzado.

"En China ya se nos conoce por la piel de mucha calidad. El mejor curtido del mundo es de España, por las técnicas que tenemos y por la calidad de las pieles en bruto, que son las mejores de cordero del mundo para confección y calzado", declaró a Efe Juan Colomer, administrador general de la curtidora catalana La Doma.

Sin embargo, asegura que China sólo representa el 10 por ciento de su negocio, y que "produciendo en España, es difícil que se pueda vender aquí mucho más, porque tienen un arancel del 30 por ciento".

Con todo, la ventaja de China para un país que ofrece calidad es que "hay un mercado aquí que está dispuesto a pagar por ella tanto o más que en Europa", aseguró.

Marcos Laborda, director internacional de Pieles Turiaso, uno de los principales almacenes españoles de piel en bruto, coincide en que también en China se es consciente de que "la piel española está referenciada siempre como la de mejor calidad".

"En España conservamos muy bien a los animales, el clima es idóneo, y la piel de cordero merino y entrefino, que es la que se cría en España, es la referencia para todo el mundo", insiste a Efe Laborda. "Todas las grandes marcas, Gucci, Loewe, Channel... utilizan pieles españolas. Todas".

Mientras tanto, en Europa, "en todo lo que es calidad media y baja, las pieles chinas se están quedando con todo el mercado", en competencia con otros países que producen también muy barato, como India y Pakistán, añadió.

En el propio mercado chino, el país asiático se autoabastece en las gamas medias y bajas, pero la calidad de la piel en China es aleatoria, pues no existe una estructura organizada de grandes mataderos, y los procesos de tratamiento no están estandarizados.

"La piel es un producto vivo, orgánico, que requiere una conservación correcta" de la que el mercado chino no da garantías, explicó Laborda, por eso su calidad, aunque China es el mayor productor mundial de piel, siempre es una incógnita, puede ser buena o mala.

Además los productores chinos tienen el problema añadido de que "buscan siempre el precio, tienen que estar por debajo de los demás, y por mucha calidad que tengan, el consumidor preferirá siempre una marca europea", añadió.

Laborda recordó que sólo cerca del cinco por ciento de la piel producida en España está destinada al mercado español, porque el propio consumidor nacional no está dispuesto a pagar el precio de su elevada calidad.

China, que se acaba de convertir en el primer productor de calzado del mundo (9.000 millones de pares de zapatos al año, la mitad de la producción mundial), cada vez exige más pieles de alta calidad, y aunque con el tiempo adquirirá las técnicas que se manejan en Europa, concluye Siurana, "todavía le falta bastante". EFECOM

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