Empresas y finanzas

No toda la inversión de Warren Buffett esconde valor

El llamado Oráculo de Omaha es posiblemente uno de los mejores inversores de todos los tiempos. Por eso, su cartera sirve como referencia a muchos otros ahorradores que quieren emular su éxito -es el segundo hombre más rico del planeta, con una fortuna de 68.000 millones de dólares-. Warren Buffett siempre ha aplicado los criterios value a sus inversiones, un paradigma que heredó de Benjamin Graham, profesor de Columbia Business School y autor de The Intelligent Investor, el libro que ha llegado a convertirse en la biblia de los inversores de valor.

Ha creado una escuela en el mundo entero y propagado su estilo, que es considerado por muchos la exponencia de la gestión de activos. Pero, ¿qué pensaría si descubriera que sólo un 64% de la cartera del gurú de los mercados es value?

Su vehículo de inversión, Berkshire Hathaway, invertía a cierre de 2014 en 46 acciones distintas. De ellas, 18 son compañías de estilo value, según Morningstar. ¿Qué negocios se engloban aquí? La teoría dice que las compañías value son aquellas que cotizan, al menos, un 33% por debajo de lo que Benjamin Graham definió como valor intrínseco; es decir, del valor que un comprador informado ofrecería por el cien por cien de una compañía en una negociación. Los gestores de fondos que siguen este tipo de estrategias -donde también se incluyen otros profesionales estrella de la gestión como Francisco García Paramés, Iván Martín o Firmino Morgado- tratan de aprovechar los descuentos con los que según sus estimaciones estarían cotizando estos valores -lo que Benjamin Graham bautizó como margen de seguridad- con la esperanza de que en el futuro el mercado los ponga en precio.

La mitad de su dinero está en tres valores

En las compañías de corte value, Warren Buffett tiene invertido un 64% del patrimonio de Berkshire Hathaway. Para que se haga una idea, prácticamente la mitad de sus activos bajo gestión -el 51%- está repartida sólo entre tres valores: Wells Fargo & Co, que pesa un 23%, Coca-Cola, que supone un 15%, e International Business Machines (IBM), en la que tiene un 11%.

Unas preferencias que no sorprenden si atendemos a las costumbres de Buffett. A sus 84 años, bebe al menos cinco coca-colas diarias. "Una cuarta parte de mí es Coca-Cola", declaraba recientemente a la revista Fortune el hombre que asegura que cuando se sienta en su despacho de Berkshire Hathaway en Omaha, se toma una Coca-Cola normal; y cuando llega a casa, se da el capricho de una Cherry Coke -con sabor a cereza-. Nadie duda de su apuesta por la compañía que fabrica y distribuye el tónico revitalizante de Buffett: en ella invierte unos 16.000 millones de dólares. Por su parte, invierte 25.000 millones de dólares en Wells Fargo y otros 12.000 millones en IBM. Pero no solo eso, el Oráculo de Omaha ha aprovechado las últimas caídas en bolsa para incrementar su posición en esta última. Se trata de una posición relativamente nueva ya que, al contrario que las otras dos, que son apuestas históricas, fue incorporada en 2011.

Además de las anteriores, en su porfolio también hay hueco para otros valores infravalorados como Wal-Mart Stores, US Bancorp, Deere & Co, General Motors, Verizon Communications, M&T Bank Corp, Phillips 66, Chicago Bridge & Iron Company, National Oilwell Varco, Torchmark Corp, Liberty Media Corporation, General Electric, Johnson & Johnson o Kraft Foods Group. Aunque con menor peso: suponen de un 4,7% hasta un 0,01% de su patrimonio.

Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, comenta que "Warren Buffett lo ha comprado todo en las grandes crisis y, básicamente, ha adquirido negocios sólidos que seguirán dándole un buen retorno a cada dólar invertido, que es su filosofía". A lo que Gregg Warren, analista de renta variable en Morningstar, que cubre Berkshire Hathaway, añade que "Buffett se ha movido a lo largo de los años de comprar negocios razonables a precios extraordinarios a comprar negocios extraordinarios a precios razonables".

Desgranando su cartera, otras 11 empresas son de estilo growth. Estas últimas, al contrario que las anteriores, serían aquellas de las que se espera un rápido crecimiento de las ventas y, en consecuencia, de sus beneficios. Los gestores growth no se fijan tanto en el valor intrínseco de las compañías, sino en el potencial de crecimiento que presentan a más largo plazo. Los valores de este estilo, según el análisis de Morningstar, que Warren Buffett tiene en cartera son: Moody's Corporation, USG Corp, Charter Communications,

VeriSign, Visa, Costco Wholesale, Liberty Global PLC, MasterCard, Wabco Holdings, Sanofi-Aventis Pakistan y Verisk Analytics. Estos valores, a pesar de ser un elevado número, sólo ponderan un 8% de la cartera de Berkshire Hathaway.

Siempre ha esquivado las tecnológicas

¿Sorprende esta baja exposición a compañías de crecimiento? A Gregg Warren no: "Tradicionalmente, ha esquivado compañías tecnológicas y otras fuertes áreas de crecimiento en el mercado, prefiriendo invertir en negocios simples que han demostrado su capacidad de generar beneficios constantes con equipos sólidos de gestión". Asimismo, este experto opina que "con el paso del tiempo, la cartera de inversiones se ha convertido en menos importante para el conjunto de la empresa. La adquisición de la empresa de ferrocarriles BNSF y la incorporación a Berkshire Energy ha diversificado el negocio y lo ha alejado de la fuerte dependencia del mercado de valores".

Las otras 18 compañías restantes son de estilo blend, es decir, una mezcla de las dos anteriores: valor y crecimiento. Una clase a la que Buffett otorga más presencia, ya que suponen el 28% de su patrimonio. Aquí se engloban valores como American Express, Procter & Gamble, DaVita HealthCare Partners, Directv, Goldman Sachs Group, Bank of New York Mellon, Suncor Energy, Precision Castparts Corp, Viacom, Twenty-First Century Fox, Graham Holdings, Media General, Now Inc, Mondelez International, United Parcel Service y Lee Enterprises.

En la última carta a sus feligreses, la número 50, el octogenario Buffett hizo balance de su negocio. Berkshire Hathaway incrementó su valor en 18.300 millones de dólares (17.000 millones de euros) el año pasado, una cifra nada desdeñable.

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