
El exteniente de alcalde de Hacienda y Promoción Económica de Barcelona Jordi William Carnes ha afirmado que ahora se estaría hablando de "éxito" de Spanair junto a Qatar Airways como socio si otras aerolíneas no hubiesen presentado una denuncia ante la Unión Europea por ayudas públicas a la compañía aérea catalana, que espantó a la qatarí.
En una comparecencia en la comisión de investigación del Parlament sobre la quiebra de Spanair, el también exvicepresidente de Turismo de Barcelona ha señalado que la denuncia fue una "actuación legítima empresarial" de los competidores de Spanair, pero ha lamentado que frustró la alianza con Qatar y fue archivada tres meses más tarde.
"Si no hubiese habido esta denuncia, no estaríamos en esta comisión, se lo puedo garantizar", ha respondido a la diputada del PSC Alícia Romero, y ha añadido que cualquier decisión de inversión puede salir bien o mal, pero él prefiere tomar decisiones a no tomarlas.
Apoyo indirecto del Ayuntamiento de Barcelona
El primer responsable político en pasar por la comisión de investigación de Spanair ha defendido el apoyo indirecto del Ayuntamiento a la aerolínea a través de Catalana d'Iniciatives, Turismo de Barcelona y Fira de Barcelona, para acompañar a la iniciativa privada para conseguir más vuelos intercontinentales y mejorar así la competitividad de la capital catalana y su entorno.
Ha argumentado que "tener una compañía que sirviese para dar respuesta a la conexión con los mercados internacionales era una razón de ser para dar cobertura y apoyo a que tuviese viabilidad".
Además, ha considerado que la negociación con Qatar Airways era "una operación cierta", porque Barcelona es una buena plataforma para vuelos a Latinoamérica, y tenía más 'slots' --derechos de aterrizaje y despegue-- disponibles que Madrid.
Defiende su gestión
Carnes ha recordado que sus responsabilidades políticas en el Ayuntamiento se desarrollaron entre 2007 y 2011 -en las elecciones municipales de mayo pasó a la oposición-, y que Spanair quebró meses después -el 27 de enero de 2012-, pero ha opinado que "la gestión que se hizo hasta el último momento fue cuidadosa y responsable" y que no hubo improvisación.
Ha defendido que se actuó desde la honestidad y que había una "estrategia desde la perspectiva estrictamente económica, que no salió", y ha tildado de valoración personal de cada uno el considerarlo una inversión patriótica.
Respecto al apoyo público del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, ha expuesto que en el pasado y "en estos momentos" se está produciendo en otras aerolíneas de Europa, cuya trayectoria no se entendería sin ello.
Además, ha recordado que en Catalunya existe una tradición de colaboración público-privada, lo que "no es tan evidente" en otros lugares de Europa y el mundo.