
Stradivarius fue fundada en Barcelona en 1994 y comprada en 1999 por Inditex, que de esta forma daba cobertura a un público más joven y con menos dinero en el bolsillo que el que compraba en Zara. Desde entonces ha abierto 900 tiendas en 60 países en todo el mundo. Sin embargo, hay un gran mercado donde todavía no se ha instalado: Estados Unidos. La elevada competencia podría ser el factor clave que aplaza la conquista del 'sueño americano'.
Pese al atractivo potencial de EEUU, donde cada año el volumen de ventas de ropa alcanza unos 200.000 millones de dólares, según los datos de la consultora NPD Group recogidos por Bloomberg, Stradivarius se resiste a entrar en este mercado, ni a través de sedes físicas ni con la implantación de una tienda online.
La caída de la demanda en el Viejo Contienente debido a la crisis convierte a EEUU en un "mercado natural" donde crecer, según aseguran desde la firma especializada en moda Doneger Group. Además, otras conocidas marcas europeas de ropa, como H&M, Topshop o Primark, llevan años vendiendo en EEUU y tienen planes para expandirse en el territorio, lo que hace que en el sector de la moda resulte aún más chocante la ausencia de la 'hermana' de Zara.
Stradivarius tardó también en abrir sus puertas en Reino Unido, pero en junio de 2014 tachó el país británico de su lista de tareas pendientes, al inaugurar su primer establecimiento en el centro comercial Stratford City, en Londres.
¿Cuál es la razón?
La opacidad de Inditex a la hora de difundir información o responder a las cuestiones planteadas dificulta saber cuál es el motivo que está retrasando la apertura de tiendas Stradivarius en EEUU, aunque expertos de la industria creen que la razón principal es la enorme competencia a la que tendría que hacer frente en el país estadounidense. Así, la empresa de origen gallego podría preferir trabajar sobre terrenos ya conocidos con su firma para "chicas demasiado jóvenes para vestirse como sus madres pero demasiado sofisticadas para vestirse como adolescentes", como reza en su web.
Para Amanda Nicholson, profesora de técnicas de ventas minoristas en la Whitman School of Management, de la Universidad de Siracusa, "creo que no quieren ir sin más". Según señala la experta, el mercado estadounidense "se está poniendo difícil". "Está muy lleno, todo el mundo quiere 'cazar' a las chicas millenial: desde Macy's a TJ Maxx, pasando por Gap y J.Crew", añade Nicholson.
Es por eso que, en su opinión, Inditex podría estar dudando de dar un paso en una dirección en la que se va a encontrar con multitud de rivales.