El Prado, el Bernabéu... Y la fiesta nocturna. Es uno de los grandes activos de Madrid pero ha estado de capa caída en los últimos años por la crisis, la subida del IVA y las limitaciones de aforo y ruido. Sin embargo, hay señales que indican que en 2015 encara un inicio de recuperación, parejo al que está registrando la economía española.
El primera de ellas es el éxito que está teniendo la nueva sala Opium Madrid, situada donde estaba la conocida sala Moma. Los nuevos dueños han logrado deshacerse de la sanción que pesaba sobre el local desde finales de 2013 y que imponía una clausura de dos años por sobrepasar el límite de personas admitido.
Una vez salvado el escollo del Ayuntamiento, ha sido necesaria una inversión de más de 2 millones de euros para remodelar el local por completo, según recoge la agencia Bloomberg. Desde el pasado mes de diciembre está en marcha la discoteca, con capacidad para 1.000 personas (el aforo anterior a la reforma era de 300 personas), dos pistas y un restaurante que funciona tardes y noches.
"Madrid es un gran lugar en el que estar", afirma Javier Bordas, directivo del FC Barcelona y dueño de Opium Madrid y de multitud de salas y restaurantes en Barcelona, donde junto a su hermano es conocido como 'el rey de las discotecas'. Bordas avanza a Bloomberg que planea abrir en Madrid los siete días de la semana y que son "optimistas". Y explica el motivo: "Tienes a los jugadores de fútbol, a los famosos y a gente a la que le encanta la fiesta".
La de Opium Madrid ha sido la mayor apertura de un club en Madrid de los últimos seis años. Pero no va a ser la última. De acuerdo con los datos facilitados por la asociación empresarial Noche Madrid, se están preparando los estrenos de otras cinco discotecas con un coste estimado de 3 millones de euros.
No para todos
Y sin embargo, como siempre la suerte se reparte por barrios. No todo el ocio de Madrid es de "futbolistas" y "famosos" y hay muchos pubs, bares y salas de conciertos que siguen teniendo dificultades para mantenerse en pie tras la subida del IVA al 21%.
Según denunciaba la plataforma Salvemos la Música y la Noche hace un año, el consumo de bebidas en este tipo de locales tiene un gravamen del 21%, el tipo general, frente al reducido del 10% que se aplica en el resto de la hostelería, hoteles, cines y bingos. La consecuencia ha sido una reducción en el consumo en clubs y bares de más del 30% entre 2008 y 2011, puntualizan desde Noche Madrid, que ha derivado en una caída de los ingresos del sector del ocio de más de 6.000 millones de euros y en la destrucción de más de 30.000 puestos de trabajo.
"Es un completo darwinismo, solo los más fuertes han logrado sobrevivir a la crisis", apunta Dani Marín, copropietario de Costello Club, un pub y sala de conciertos de pequeño aforo en el centro de Madrid. "El ánimo parece que está cambiando, pero no se ha transformado en beneficios, tendremos que esperar y ver qué pasa", añade. "Hay muchas veces que el local está prácticamente igual que podía estar en 2008 de animado, de gente, pero la caja puede llegar a ser el 50% menos", concluye.
El sector de la noche, con más de 30.000 bares y restaurantes, es un pilar importante para la economía madrileña. Incluyendo los espectáculos y los casinos, emplea a unas 75.000 personas y contribuye con entre el 3% y el 4,7% en el PBI anual de la región, según las estimaciones recogidas por AFP.
Y, aunque el crecimiento económico ha empezado a reactivarse en 2014, esta mejora no se ha trasladado a los bolsillos de los españoles. La recuperación de la vida nocturna de Madrid todavía tiene camino por recorrer.
El ocio protesta por la subida del IVA