
El sacrificio de la licitación pública parece haber llegado a su fin. En los diez primeros meses de 2014, las administraciones sacaron a concurso obras por valor de 11.388 millones de euros, una cifra que ya supera la de los ejercicios 2012 y 2013 a falta de que la patronal Seopan contabilice los meses de noviembre y diciembre.
Si no hay sorpresas, el ejercicio 2014 se cerrará con una cifra similar e, incluso superior, a la de 2011, que fue de 13.659 millones de euros. La cercanía de la campaña electoral (hay elecciones locales en 13 comunidades en primavera y generales en otoño) parece haber animado a las administraciones a dejar atrás los recortes en esta materia. Un ejemplo, sólo en 2015, el AVE llegará a diez nuevas ciudades en España, lo que exige acelerar las inversiones para llegar a tiempo.
¿Qué explica el repunte?
Las promesas para poner nuevas líneas en marcha explicarían la fuerte subida de la licitación realizada por la administración central. Según Seopan, el Estado anunció hasta octubre contratos por valor de 5.660 millones de euros, un 41% más que en todo el ejercicio anterior. Desde 2011, el último año en el que hubo generales, no se alcanzaba una cifra similar.
Las comunidades autónomas, por su parte, licitaron 2.365 millones de euros, prácticamente la misma cifra que en 2013, con el matiz de que aún quedan dos meses de 2014 por añadirse. Lógicamente, lo normal sería que la cifra engordase y también superase la del año anterior. Con seguridad, el importe anunciado a final de año será el mayor desde la anterior gran campaña autonómica, la de 2011, cuando, como ocurrirá este ejercicio, hubo comicios en 13 autonomías.
Los ayuntamientos también aportan su granito de arena y disparan un 25% sus licitaciones frente a 2013. Cuando todo el ejercicio 2014 se contabilice, los expertos auguran aumentos de entre el 30 y el 40%. Y es que todos los alcaldes quieren llegar a las elecciones de mayo de 2015 con sus ciudades a punto. Esta fiebre inversora para acicalar las ciudades de cara a la campaña preocupa hasta a la Autoridad Fiscal Independiente, que ha avisado de aumentos de gastos y sobrecostes, que podrían reducir el superávit presupuestario municipal.
El gasto público anima al PIB
Esta recuperación de la licitación de obra pública también está detrás del aumento del PIB que se ha visto en los últimos trimestres. En el segundo trimestre de 2014, la rúbrica de inversión en construcción creció casi un 0,8% trimestral y en el siguiente trimestre, el avance fue del 0,6%, cifras en consonancia con el alza de la licitación pública que indica Seopan.
De hecho, la menor preocupación por los ajustes en las administraciones públicas está siendo uno de los motores del crecimiento. No sólo la obra pública ayuda a crecer al PIB, sino que el gasto directo de las administraciones públicas ha avanzado en términos trimestrales en seis de los siete últimos trimestres.