
Los ayuntamientos gastaron 29.074 millones de euros en la primera mitad de 2014, lo que supone un incremento del 1,2% respecto al mismo periodo del año pasado. Este avance, y el mantenimiento de los ingresos, ha provocado que el superávit municipal baje un 24% a mitad de año, hasta los 1.048 millones de euros, apenas un 0,1% del PIB.
Según la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), "la ejecución acumulada a mediados de 2014 evidencia un aumento de los gastos de inversión, tendencia que se prevé aumentará hasta fin de año dada la paralización de este tipo de gastos en los años de recesión económica y la cercanía de las elecciones municipales".
Esta recuperación de inversión, según el organismo, podría traducirse en "nuevos gastos, vía modificación presupuestaria", ya que rara vez se cumplen los presupuestos en este tipo de proyectos.
A pesar de ello, la Autoridad Fiscal cree que los municipios serán capaces de cumplir con el objetivo de estabilidad presupuestaria. No obstante, "su contribución al objetivo del conjunto de las administraciones públicas se verá reducida". Hay que recordar que el superávit de los ayuntamientos ayudó al Gobierno a acercarse al objetivo de déficit de 2013, compensando en parte la desviación de las comunidades autónomas.
Duda de los efectos de la reforma local
Además, la Autoridad Fiscal avisa de que la lentitud de la reforma de la administración local también podría afectar al cumplimiento del déficit por parte de los municipios, ya que "los ahorros esperados" podrían posponerse a los siguientes ejercicios.
De hecho, la Airef duda que se vayan a producir estos ahorros, al menos en el periodo 2014-2015. La necesidad de aprobar normas complementarias y los retrasos hasta ahora hacen pensar que podrían no alcanzarse. Y las elecciones siempre complican la puesta en marcha de reformas.