
El edificio de La Bolsa de Barcelona, situado en el Paseo de Gràcia de Barcelona y que la Generalitat subastará el 1 de diciembre, ha suscitado el interés de cadenas de moda, hoteleros e inversores "de largo plazo", como fondos o 'family offices'.
El director general de la consultora inmobiliaria JLL en Cataluña, Jordi Toboso, ha explicado que éste es el perfil de los inversores que se han interesado por el inmueble, que tienen de plazo hasta el 14 de noviembre para abonar un depósito por el 5 % del total del importe del edificio, que sale a la venta por 88,9 millones.
Toboso ha admitido que entre los interesados hay "cadenas de moda nacionales", aunque no ha entrado en detalles, y ha añadido que en la lista de posibles compradores "hay un poco de todo", tanto inversores nacionales como extranjeros.
De entre todos los inversores a los que JLL ha ofrecido el edificio de La Bolsa, Toboso intuye que tres de ellos, cuyos nombres no ha revelado, tienen un interés realmente "serio" en hacerse con el edificio, por lo que están dispuestos a hacer una oferta vinculante.
El responsable de esta consultora en Cataluña subraya que se trata de una "oportunidad histórica" para los inversores, puesto que "de no ser por la crisis, la Generalitat seguramente no se habría visto obligada a desprenderse del edificio de La Bolsa".
El edificio de la Bolsa sale a la venta por 88,9 millones, frente a los 57,4 millones que se pedían por él en 2011, pero con unas condiciones de alquiler mucho más flexibles: si en un principio se pedía mantener a la Generalitat como inquilina unos 25 años, ahora tendrá que formalizar solo un alquiler en favor de la Generalitat de entre uno y tres años.
Sin embargo, el comprador tendrá otro inquilino: el parqué barcelonés, dado que la Generalitat no ha conseguido, a pesar de sus ofertas, que el presidente de la Bolsa, Joan Hortalà, aceptara trasladar el derecho de usufructo que Bolsa de Barcelona tiene hasta el año 2030 a otro edificio.
Toboso cree que, de no ser por esta circunstancia, la Generalitat podría haber pedido por el edificio unos 160 o 170 millones, pero insiste en que se trata de una oportunidad única en cualquier caso.
"La subasta tiene varios factores para que sea un éxito, tanto por el precio como por la ubicación privilegiada del edificio y el momento elegido para venderlo", opina el directivo de JLL, una firma que ya actuó como asesora en las dos grandes ventas de edificios que ha cerrado la Generalitat, la de 13 edificios a AXA Real Estate, y la de otros 13 edificios a Zurich.
El inversor que decida pujar por el edificio de la Bolsa en segunda subasta deberá ofrecer al menos 71,18 millones, un 20 % menos.
El 1 de diciembre también se subasta otro lote compuesto por dos edificios valorados en 79,3 millones: la Torre Muñoz, situada en Paseo de Gràcia, 105, y la sede de la secretaría de Empleo y Relaciones Laborales, situada en la calle Sepúlveda, 148-150.
Toboso ha subrayado que la Torre Muñoz, por su ubicación privilegiada en la confluencia de Paseo de Gràcia con la Avenida Diagonal, también suscita mucho interés.
Fuentes del departamento de Economía de la Generalitat han asegurado a Efe que el pasado 21 de octubre se celebró una reunión con inversores para presentarles los activos que se subastarán el 1 de diciembre, entre ellos el edificio de La Bolsa, y que asistieron representantes de 58 empresas.
Consultoras inmobiliarias, entidades bancarias, fondos de inversión y unos cuantos intermediarios de pequeña y gran dimensión acudieron al encuentro, según estas fuentes, que destacan que entre los asistentes predominaban los inversores internacionales.
En lo que va de año, el Govern ha conseguido ingresar 266 millones con la venta de edificios.