
Un grupo de sesenta grandes ejecutivos de la industria siderúrgica europea han enviado una carta a los jefes de estado y de gobierno solicitando que el nuevo marco de actuación sobre clima y energía de la UE no castigue a las plantas más eficientes.
El proyecto de marco político europeo en materia de energía pone en grave peligro 335.000 puestos de trabajo directos y 1,5 millones de indirectos en la industria siderúrgica.
La aplicación de esta política podría suponer para la industria siderúrgica de la UE un coste aproximado entre 70.000 y 100.000 millones de euros.
La decisión sobre la nueva política a largo plazo en materia de energía y lucha contra el cambio climático en Europa se verá en una próxima reunión a finales de este mes de octubre y para la industria siderúrgica puede suponer un paso clave para saber si tendrá o no cabida en Europa en el futuro.
"Todos nosotros -aseguran los 60 consejeros delegados- compartimos la ambición de encontrar una respuesta efectiva frente al cambio climático, para lo que es necesaria una política que apoye la existencia de una sólida industria con los puestos de trabajo que ésta representa en Europa".
La carta abierta recuerda que: "en marzo de 2014, los Jefes de Estado prometieron que la decisión relativa al nuevo marco político aportará las bases necesarias para el crecimiento".
Niveles realistas
La industria siderúrgica europea considera que la Comisión Europea debería aplicar niveles de referencia realistas, tener en cuenta el potencial real de reducción de emisiones de CO2 en esta industria y basarse en la producción real, no en producciones históricas.
La referencia para la siderurgia debe basarse en los niveles de emisiones que puedan alcanzar las plantas europeas más eficientes, en condiciones técnica y económicamente alcanzables. Y esas plantas más eficientes no deberían verse obligadas a adquirir derechos de emisión de CO2 para poder desarrollar sus actividades.
Mientras que aquellas plantas con nivel de eficiencia inferior al de referencia, sí deberían seguir pagando por derechos adicionales de emisión. Esto supondría un incentivo para mejorar, dado que, cuando alcanzasen el nivel de referencia mediante la reducción de sus niveles de emisiones, ya no se verían obligadas a pagar. Asimismo, desarrollando y aplicando innovadoras tecnologías contribuirían a establecer más niveles de referencia más ambiciosos en el futuro.
La propuesta de asignar derechos de emisión en consonancia con los niveles reales de producción elimina la necesidad de un factor de corrección, dado que los derechos de emisión se asignarían de forma precisa desde el principio.
La industria siderúrgica necesita la compensación íntegra de los costes indirectos vinculados a emisiones de CO2 (compensación de los costes vinculados a emisiones de CO2 incurridos por el sector eléctrico y repercutidos en los precios de la electricidad) en todos los Estados miembros para reducir el riesgo que supone este impacto en términos de costes.