
El presidente de la asociación de grandes marcas Promarca, Ignacio Larracoechea, afirma que la copia de etiquetas de productos de consumo de marcas de fabricantes, por parte de marcas blancas, es "la mayor de las competencias desleales y el pan de cada día".
Larracoechea asegura que estas prácticas no hacen sino confundir al consumidor, pues "uno de cada dos se lleva productos que no quería".
Cuando se detecta este tipo de actuaciones u otro tipo de abusos, las industrias alimentarias lo comunican a la cadena de distribución y consiguen, unas veces si y otras no, frenar estas prácticas, pero no lo denuncian formalmente.
"El daño económico causado por un producto copiado es mucho menor que si el distribuidor, por la denuncia, quita todas tus referencias de la tienda, que en algunos casos puede representar del 10 al 25 % de las ventas. Por ello, en 20 años no ha habido ninguna denuncia", explica.
Larracoechea reconoce que aunque la industria alimentaria es la que mejor ha soportado la crisis, no ha habido alegrías este verano: "el año empezó bien, con algo de crecimiento al principio, pero hemos visto una ralentización en julio y agosto. En estos meses, el mercado ha bajado, si incluimos frescos, un 2 %; y si se excluyen y se considera solo el producto envasado, se mantiene casi estable o baja un 0,5 %. Pero no hay crecimiento en ningún lado".
La causa se debe, en parte, a la climatología, ya que "ha sido un verano más fresco y, por ello, con un menor consumo de líquidos y de productos típicos de estación como helados y cremas solares", pero también a que la población está bajando y hay menos consumo. Y aunque hay más turistas, este es un gasto que se realiza en restaurantes y cafeterías, explica.
"Los datos de momento no van a peor" y medidas impositivas, como la bajada de IRPF, ayudarán a mejorar la situación, aunque eso será en 2015.
Las marcas de fabricantes han crecido este verano en cuota de mercado entre un 0,3 % y un 1 %, según datos de las consultoras Nielsen e IRI, mientras que la cuota de la marca blanca decrece.
En su opinión, "la marca blanca ha llegado a su techo. Cuando un grupo de marcas llega a una penetración en la que el cien por cien de los consumidores la ha probado, sus posibilidades de crecimiento se reducen muchísimo. Al que le has gustado, ya te compra. Y al que no, se ha ido a otra marca"
Además, "la expansión geográfica de las cadenas que más apoyan a su marca blanca está casi completa. Cada tienda nueva que abre cualquier cadena casi seguro que canibaliza otra de las de la compañía".
Menos productos en el mercado
Para el presidente de Promarca, la crisis ha tenido otra consecuencia: el lanzamiento de nuevos productos al mercado ha vuelto a bajar en 2013 por séptimo año consecutivo, con lo que en estos siete últimos años acumula una caída del 70 %.
Este descenso, explica, se debe a que como los fabricantes no logran colocar los nuevos productos en las cadenas, no los lanzan, una situación que resulta preocupante porque sin innovaciones no se progresa.
Según Larracoechea, las innovaciones son las que hacen crecer al mercado, de hecho "las categorías con más innovación han crecido un 3,7 % en 2013 y donde no hay tantas, solo han avanzado un 0,9 %.
El presidente de Promarca reconoce, además, que el sector ha sufrido una guerra de precios "brutal", pero es que "las cadenas tienen que hacer beneficio; si venden mucha marca blanca con cero margen algo tienen que hacer. A medida que aumenta la cuota de mercado de la marca blanca, suben los precios".