Mantiene avanzadas negociaciones en Angola, donde aspira levantar cerca de 2.000 viviendas. También está interesado en Guinea Ecuatorial, un mercado que lleva analizando desde enero. Nadie es inmune a la crisis inmobiliaria. Y todavía menos aquellos constructores inmersos en megaproyectos residenciales que ahora, ante la sequía de ventas, se han convertido en un lastre. El Pocero muestra su cara más solidaria con la chica burbuja.
Uno de ellos es Francisco Hernando, El Pocero, que tiene congelado el polémico desarrollo de Seseña, una minúscula localidad toledana donde aspiraba levantar 13.500 viviendas.
En busca de nuevos horizontes
Ahogado por la falta de ventas y la imposibilidad de conseguir nuevas licencias de construcción, el empresario ha decidido buscar nuevos horizontes en África, un pujante mercado para el negocio inmobiliario, gracias al interés de algunos Gobiernos por levantar sus países sobre la base del ladrillo, tras años de devastadoras guerras.
Dos ejemplos de este nuevo rumbo son Guinea Ecuatorial y Angola. En el segundo, pequeños constructoras españolas que operan en el país ya han tenido noticias del interés del Pocero por levantar entre 1.000 y 2.000 viviendas. Al parecer, Hernando tiene casi todo listo para arrancar este proyecto, cuya principal incógnita es dónde va a obtener la financiación.
Rumor
La sospecha que circula entre el resto de empresarios españoles que operan en Angola es que El Pocero podría obtener el dinero que necesita del mismo Gobierno del país, muy interesado en financiar proyectos que ayuden a levantar su economía.
Los rápidos frutos que parece haber conseguido el empresario en Angola han dejado en un segundo lugar a Guinea Ecuatorial, un destino que empezó a analizar a principios de año, con el centro de la diana puesto en la capital, Malabo. Según fuentes próximas al empresario, su objetivo es construir cerca de 15.000 viviendas, aunque este proyecto puede quedar aparcado hasta después de las elecciones.
Cuando empezó a barajar la posibilidad de desembarcar en África, hace unos ocho meses, El Pocero ya había empezado a sufrir con dureza los efectos de la crisis y el veto del Ayuntamiento de Seseña a concederle nuevas licencias de obra.
Hasta el momento, Hernando tiene permiso para levantar 5.096 casas y, según ha reconocido él a fuentes consultadas por elEconomista, más de la mitad, en torno a unos 3.000 hogares, están sin vender. Unos datos en línea con el censo del Ayuntamiento de Seseña, que reduce a unas 900 personas el número de nuevos vecinos que se han incorporado a su localidad gracias al desarrollo de Hernando.
Tras una racha de vacas flojas
La crítica situación que atraviesa el empresario en España queda reflejada en las cuentas de 2006, último ejercicio completo con datos auditados, cuando se vio obligado a vender activos por un valor de 8,6 millones para evitar que su constructora, Onde 2000, presentara unos abultados número rojos. Aún así, la compañía apenas obtuvo un beneficio de 18.000 euros.
Desde entonces la situación se ha ido agravando cada vez más, empujando al empresario a buscar nuevos mercados. Algunas fuentes señalan que también ha puesto sus ojos en Dubai.