
El concurso para la construcción de un nuevo hospital de Toledo y la explotación de los servicios no sanitarios de otros tres hospitales en Castilla-La Mancha sufrió ayer un revés judicial. El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, perteneciente al Ministerio de Administraciones Públicas, dictó ayer la suspensión provisional del proceso.
Se trata de una concesión de obra pública por 30 años cuya licitación asciende a cerca de 2.000 millones de euros y en el que las empresas tenían hasta el 30 de septiembre para presentarse al concurso.
El tribunal ha tomado esta decisión tras un recurso presentado por el estudio de arquitectos que había sido seleccionado por el anterior gobierno del PSOE para ejecutar la obra del nuevo hospital de Toledo. Posteriormente, el Gobierno de María Dolores de Cospedal tomó la decisión de paralizar el proyecto, por su elevado coste, y preparar el concurso actual, bajo el modelo de colaboración público-privada.
Esta empresa recurrió la paralización y ahora el tribunal ha optado por paralizar el concurso de manera provisional al menos hasta que se resuelva el juicio entre dicho taller de arquitectos y Junta del Gobierno de Cospedal, que se celebra el próximo 23 de septiembre.
16 servicios no sanitarios
La Junta de Castilla-La Mancha aprobó el pasado 12 de agosto la licitación el concurso público para la "construcción, conservación y explotación" del llamado Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, que incluye la finalización de las obras del nuevo Hospital de Toledo -con un tercio ya construido-, más la explotación de 16 servicios no sanitarios de éste y otros tres hospitales públicos en funcionamiento en la provincia, entre ellos el reconocido Hospital de Parapléjicos de Toledo, así como el Hospital Virgen del Valle, el Hospital Provincial, además de otros cuatro centros de especialidades.