
"Disfruto de la venganza del oprimido". Esas fueron las palabras del que era consejero delegado de Vivendi en 2009, Jean Bernard Lévy, cuando se tomó la revancha al arrebatarle a Telefónica la brasileña GVT.
La operadora española ya había ofrecido en un primer intento hace cinco años 2.700 millones de euros para hacerse con GVT, pero el mejor postor fue Vivendi, que mejoró la oferta de Telefónica y, a la postre, fue quien se llevó el gato al agua. Cosas del destino, hoy es la francesa la que tiene en sus manos cederle su joya de la corona en Brasil a la española.
En aquel momento, los analistas fueron muy críticos con la francesa por creer que estaba comprando muy caro: "En estos niveles, están posiblemente muy cerca del desajuste de valor si no pueden justificar sinergias", apuntaba Andrew Lynch, un gestor de Schröders en aquel momento, en declaraciones a la agencia Bloomberg. Aquella sobrevaloración del mercado brasileño, provoca que, aunque ahora Telefónica haya ofrecido 7.450 millones de euros por GVT (¡más del doble que hace cinco años!), no la esté comprando mucho más cara que entonces.
Haber pagado 2.700 millones de dólares por la GVT de 2009, que generó un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 558 millones de reales (unos 216,3 millones de euros al tipo de cambio de entonces), hubiese supuesto desembolsar 12,2 veces el ebtida de ese ejercicio. Si se calcula el multiplicador de beneficio bruto que hubiese pagado Telefónica con las expectativas que manejaban entonces los analistas a más largo plazo, un año vista, Telefónica estaría pagando una ratio más asequible, de 8,41 veces por el ebitda previsto para GVT en 2010.
Aquella prima tan elevada que estaban dispuestas a pagar tanto Telefónica como la francesa Vivendi hace cinco años, provoca que, pese a que Telefónica ha extendido ahora un cheque muy superior, el crecimiento de la brasileña en beneficios no encarezca la operación. Según Barclays, GVT obtendrá este año un ebitda de 741 millones de euros, más del triple que en 2009.
Para el año que viene, la firma prevé 844 millones de euros de beneficio bruto, un 14% más que este año. Así, los 7.450 millones de euros que ha ofertado la española suponen 10,05 veces el ebitda de este año y 8,83 veces el del próximo (frente al rango de 12,48 y 8,41 veces que hubiese pagado hace cinco años, ver gráfico).
"La cuota de mercado de Telefónica Brasil, del 24,6% en el segmento de telefonía fija, se incrementará hasta el 34,2 por ciento, colocándola justo por detrás del líder Oi, que mantiene un 39%", apuntan desde la agencia de calificación Moody's.
Se puede dilatar hasta 2015
Una vez retirada Telecom Italia de la puja, y suponiendo que Vivendi aceptase la oferta de Telefónica por GVT, el regulador tendrá que dar su aprobación a la adquisición.
Se trata del mismo organismo que invitó a la española a vender su participación en TIM Brasil (filial de Telecom Italia) y por el que la española ya ha emitido bonos obligatoriamente convertibles por una parte de su participación en la italiana y, además, acaba de ofrecer a Vivendi la posibilidad de venderle el 8,3% que le resta en el capital de Telecom Italia. Expertos del sector consideran que la aprobación por parte del regulador podría no llegar hasta principios o mediados de 2015.