
El rendimiento por prestar y retribuir depósitos sube un 28% en nueve meses.
La banca comienza a sacar jugo a los clientes en el negocio tradicional. Los grandes del sector (Santander, BBVA, Caixabank, Popular, Sabadell y Bankia) lograron frenar el nocivo deterioro del margen de clientes a finales de 2013 y en lo que va de año han ampliado de forma considerable la rentabilidad generada en la actividad típica de prestar recursos, una vez detraído el coste por captar depósitos de clientes.
La ganancia de spread desde dicho suelo oscila entre los 33 puntos básicos logrados por el Popular y los 63 puntos del Sabadell. Si se mide en términos relativos, la mejor evolución corresponde a Bankia, que casi consigue duplicar la rentabilidad (pasa del 0,68 al 1,22 por ciento en nueve meses), si bien continúa siendo la más baja de los grandes, cuyo ranking lidera el Santander, con un 2,83 por ciento de diferencial en el negocio de España.
Bankia duplica margen
El rendimiento promedio por el negocio típico ha mejorado un 28 por ciento desde mínimos del pasado año en estas seis grandes entidades. La comparación es solo orientativa dado que las entidades incluyen diferentes activos al cocinarlas (algunas solo depósitos y otras también pagarés), pero la evolución confirma que lo peor ha quedado atrás.
El margen se estrechó de forma dramática cuando los mercados de capitales se cerraron por completo, abocando a las entidades a ofrecer más del 4 por ciento por los ahorros de clientes para robárselos entre ellas. La situación era insostenible dado que el interés abonado por los superdepósitos excedía al provecho extraído a una cartera crediticia con un peso mayoritario de hipotecas baratas. El diferencial aplicado a las hipotecas en pleno boom inmobilario rondaba el 0,50-0,70 por ciento sobre el euríbor. La intervención del Banco de España para zanjar la guerra del pasivo y la apertura de los mercados, donde las entidades pueden ahora captar recursos a precios mínimos, está detrás de la mejora del margen.
Si en 2012, la retribución media para atraer dinero fresco en depósitos a un año alcanzaba del 2,97 por ciento, el pasado junio se limitó al 0,86 y la expectativa es que siga abaratándose, dado que el precio oficial del dinero está fijado en el 0,15 y el euríbor cotiza al 0,45 por ciento.
El inicio de la normalización en el margen de clientes no presupone, en todo caso, la pronta recuperación del rendimiento en la actividad bancaria, aún muy lastrada por ausencia de negocio rentable y la elevada factura en provisiones. Y es que, aunque el crédito nuevo deje mayores diferenciales, apenas se presta y el stock de cartera sigue arrastrando precios muy bajos.
En el primer semestre se firmaron hipotecas por 13.073 millones, un importe que la banca concedía cada mes en 2006; y el préstamo a pymes suma 70.000 millones, frente a 335.444 millones en aquel año.
Las entidades afilan estrategias para captar clientes y financiarles, sobre todo al nicho de pymes, que es el que mayor margen deja. Pero las ofensivas siguen contenidas por prudencia puesto que aún deben superar los exámenes del BCE. Fuentes financieras auguran mejores y mayores ofertas cuando dichas pruebas finalicen.