
El conocido como shale oil, el petróleo de esquistos bituminosos que la escasez y carestía crecientes del crudo convencional han convertido en una alternativa energética muy rentable, parece estár detrás del último movimiento de Geogre Soros, que ha duplicado su participación en el capital de la Argentina YPF.
Soros Fund Management LLC añadió 8,47 millones de acciones de YPF a su cartera durante el segundo trimestre del año, conforme a un comunicado remitido ayer. Su posición en la petrolera estatal, cuyo control le fue arrebatado por el gobierno argentino a la española Repsol en 2012, le convierte ya en el cuarto accionista con un valor de capitalización de 450 millones de dólares.
YPF ha avanzado en los últimos meses para conseguir, junto con Chevron, acceder a los depósitos de petróleo no convencional que duermen en el yacimiento de Vaca Muerta, y que se presume que son de los mayores del mundo de su tipo.
Precisamente esta misma semana el gobierno de Argentina confirmaba que había realizado nuevos descubrimientos de yacimientos de esquistos bituminosos en la provincia de Mendoza, lo que convierte a esa zona en la tercera del país que cuenta con recursos probados de este tipo de hidrocarburos.