Empresas y finanzas

El Gobierno británico retrasa hasta el próximo año la venta del Lloyd's

El Gobierno británico ha descartado la ansiada venta de acciones a particulares del nacionalizado Lloyd's, ante la volatilidad prevista en los próximos meses. La voluntad de brindar a los ciudadanos la oportunidad de adquirir títulos de la entidad, intervenida en 2008, había sido explícitamente expresada en diciembre por el ministro del Tesoro. Las palabras de George Osborne durante el Discurso de Otoño habían disparado las especulaciones sobre una oferta pública de venta este mismo año, tras las dos ventas institucionales que permitieron reducir el 43% de control inicial del Gobierno.

Sin embargo, la imprevisibilidad de los mercados y la imposibilidad de hallar el momento oportuno han recomendado al Tesoro esperar, al menos, hasta después de las generales de mayo.

El descenso en un 7% del valor de las acciones de Lloyd's desde junio tampoco ayuda a alumbrar una oferta interesante, además de que cualquier intento ganaría poder de atracción una vez la entidad retome el pago de dividendos. Se espera que lo haga en mayo, una vez conocidos los resultados anuales, en febrero.

Aunque Lloyd's mantiene el pulso en su estrategia para recuperar la fortaleza y la autonomía que lo caracterizaban antes de la polémica adquisición de HBOS, los resultados de febrero desaconsejan una operación comercial, como también lo hacen la presentación del Presupuesto estatal, previsto para marzo, y la carrera electoral que se abrirá inmediatamente después para decidir el próximo inquilino de Downing Street.

Las posibilidades para este año habían quedado ya descartadas ante la incertidumbre de la situación geopolítica internacional, que afecta al apetito inversor, así como el referéndum de independencia de Escocia, en septiembre, o los tests de estrés de los reguladores de la UE y del propio Reino Unido entre noviembre y diciembre.

Lloyd's mantendría una posición neutral: las dos ventas institucionales se completaron alrededor de los 75 peniques por acción, notablemente por encima de los 61 que aparecen en los libros del Gobierno.

Sin embargo, para que la operación a minoristas sea rentable, los máximos responsables del Tesoro consideran que el precio tendría que rondar los 84 peniques, para neutralizar el coste que el rescate ha supuesto en términos de préstamo transcurridos seis años.

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