
Las compañías del sector fotovoltaico han cumplido su amenza. La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha interpuesto recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra la normativa que establece el nuevo modelo de retribución paras las renovables.
Según se publica hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la asociación ha arremetido contra el Real Decreto 413/2014 por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica para renovables, cogeneración y residuos; y contra la orden con la que se aprueban los parámetros retributivos para estas instalaciones.
Con la entrada en vigor de estas nuevas normativas, las renovables dejan de funcionar con el sistema de primas para pasar a regirse por un sistema de incentivos a la inversión con una rentabilidad del 7,5% para toda la vida útil de cada instalación.
Así, cada planta cobrará, más allá de lo que reciba en el mercado, en función de la inversión, lo recibido hasta ahora y su vida útil. La CNMC cifró en 1.700 millones de euros el impacto del nuevo mecanismo de retribución para las compañías. En este descenso de los cobros, la eólica, los residuos y la hidráulica han resultado ser las tecnologías más perjudicadas.
Las críticas
Las asociaciones de renovables ya habían avanzado su intención de recurrir todas las normas de una reforma con la que han acusado al Gobierno de "estafar" al sector y de querer "aniquilarlo"
Las críticas a la normativa sacada a delante por Industria no han procedido solo del sector afectado. El pasado mes de abril, Bruselas reprendió al Ejecutivo por los duros recortes "retroactivos" aplicados a las renovables, así como por las trabas impuestas a la inversión privada para impulsar este tipo de tecnologías, como el autoconsumo que ha sido penalizado con diversos peajes que hace inviable su inversión y amortización en un plazo medio de tiempo.
España podría enfrentar se a una sanción por parte de la Comisión Europea por contravenir la legislación comunitaria, sobre todo por imponer trabas a la inversión privada y que podrían dificultar los objetivos en renovables fijados para 2020.