
Caixa Catalunya vendió participaciones preferentes y deuda subordinada a más de 90.000 clientes durante los años 1999 a 2009, y es que la entidad vendía éstos como un producto seguro a sus clientes, según los correos electrónicos internos del banco.
Según revela la Cadena Ser, la dirección de la entidad en Asturias y Galicia explicaba a sus empleados como vender dichos productos como un producto seguro gracias a "un argumentario comercial para facilitar su venta", pues catalogaban preferentes y deuda subordinada como "un plazo fijo (...) de disponibilidad inmediata".
En un correo electrónico de octubre de 2008 se puede observar cómo la dirección pide que se tomen medidas de ventas "con carácter urgente y prioritario" instando a todas las oficinas de la zona a que incorporasen cierta cantidad diaria en preferentes "recordar que debemos venderlo con el criterio de disponible aunque sea de 1.000 en 1.000 euros y que necesito report de suscripciones diarias aunque sea cero, que no lo será, ¿verdad?", revela el medio. Cabe recordar que en 2008 la entidad aún no se había fusionado con las cajas de Tarragona y Manresa, fusión por la que el 1 de julio de 2010 pasó a ser Catalunya Caixa, mientras que en 2011 Catalunya Caixa fue nacionalizada por el Estado.
Entre las instrucciones que la entidad daba para vender estos productos a clientes es que se vendiesen como un "plazo fijo" pues instaba a los trabajadores de Caixa Catalunya "a ser vendedores, no informadores".
Con el objetivo de atraer clientes, en los correos se señalan que "nuestras familias, padres, hermanos, compañeros, amigos, amigos de amigos tienen que ser clientes de Caixa Catalunya" y es que con los citados productos tóxicos prometían que "los clientes y no clientes estarán encantados con nosotros nos darán besos durante cinco años, besos".
Estos correos corresponden a la octava emisión de deuda subordinada de la entidad, la más importante de todas las que se sacaron y con la que se captaron 500 millones de euros, tenía un interés del 7% el primer año y el Euribor al 2% para después.
La entidad por su parte se ha desmarcado de dichas prácticas y un portavoz las ha calificado como una acción "individual", al tiempo que ha subrayado a la Cadena Ser que la venta de estos productos siempre ha estado regida bajo las premisas de la CNMV.
El FROB contempla una pérdida de 531 millones
Por su parte, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) contempla una pérdida máxima de 531,3 millones de euros en las garantías adicionales ofrecidas al BBVA en la compra de Catalunya Banc (CX) para cubrir contingencias derivadas de la venta de participaciones preferentes y deuda subordinada, cláusulas suelo y swaps y de una eventual ruptura del acuerdo en bancaseguros con Mapfre (unos 140 millones), según han informado fuentes del organismo.
No obstante, el FROB estima unas garantías de valor razonables que se limitan a 185 millones en la venta de la entidad y a 100 millones en la operación de la cartera de hipotecas. Las fuentes han calculado que el Estado perderá alrededor de 12.000 millones con el 'reflote' de la antigua caja catalana.
Además, el organismo sólo ha dado por "seguros" 920 millones de los 1.187 millones que ha pagado BBVA por CX, puesto que 267 millones quedan pendientes de una consulta a las autoridades fiscales sobre unos 400 millones de activos fiscales diferidos (DTA's) ligados a Sareb.