La situación financiera de Panrico vuelve a complicarse, según admite la propia compañía en sus últimas cuentas anuales. La empresa ha registrado una caída de las ventas del 25%, desde 513 millones a 382 millones de euros -la caída es sólo del 12% si se excluye en términos comparativos la venta de las galletas Artiach-, y aunque se ha logrado reducir algo los números rojos, cerró el último año con unas pérdidas de 79,3 millones de euros.
Todo ello ha provocado que, pese a superar la situación preconcursal, el 71% de los pagos se haga ya fuera del plazo máximo legal, lo que equivale a 188,6 millones de euros.
"El grupo viene incurriendo en pérdidas significativas en los últimos ejercicios debido a la reducción de ventas provocada por la caída del consumo generada por la crisis, el elevado volumen de gastos financieros soportado, los costes de reorganización incurridos, así como por el registro en ejercicios anteriores de deterioros de sus fondos de comercio, marcas y otros activos tangibles", asegura la empresa. El balance a 31 de diciembre de 2012 y 2013 muestra unos fondos de maniobra negativos por importes de 21 millones y 38,4 millones de euros, respectivamente.
Según reconoce la propia empresa, "esta situación, junto con otros factores ocurridos durante el ejercicio y que se detallan más adelante, es indicadora de las dudas sobre la continuidad del grupo". No obstante, las cuentas anuales adjuntas han sido formuladas por los administradores de acuerdo con el principio contable de empresa en funcionamiento, tomando en consideración el apoyo financiero de Oaktree, el fondo de inversión que controla la compañía a través de una sociedad en Luxemburgo.
Empeoramiento
La peor noticia para la empresa es que el margen bruto de explotación (ebtida) ha pasado a ser negativo, por un importe de 13 millones aproximadamente, "lo que supone un importante empeoramiento respecto al ejercicio precedente".
Panrico explica que la caída del ebitda es debido fundamentalmente "a la fuerte disminución de las ventas" y el trasvase de los consumidores hacia las marcas blancas.