Astaná, la capital de Kazajistan, calienta motores para hacer realidad la Expo 2017. El evento, con el que esperan atraer tres millones de turistas (2.000 al día) es todavía un proyecto que busca financiación.
Desde la organización de la Expo 2017 explicaron a este diario que el master plan ya está preparado y que actualmente están buscando financiación privada para llevarlo a cabo. En concreto, los organizadores calculan que el 70 por ciento de los fondos vendrá de inversores privados mientras que el 30 por ciento restante saldrá de las arcas públicas. "Todavía no tenemos cerrado el presupuesto pero ya estamos poniéndonos en contacto con fondos internacionales para captar inversión", explicaron fuentes de la muestra universal.
En este punto, la organización no quiso dar una cifra aproximada pero la renovación de Sochi (Rusia) para las Olimpiadas de invierno supuso una inversión de 19.000 millones de rublos (402 millones de euros), según concretó Alexander Ivanov, director del departamento de Economía de la Sochi City.
Astaná espera que la Expo 2017 sea un revulsivo para capital y que "la ponga en el mapa". No en vano, la organización y el gobierno de Kazajistan han preparado un ambicioso proyecto para modernizar y reformar la ciudad, que actualmente está caracterizada por una construcción marcadamente soviética, por un lado, y por una serie de grandes construcciones del arquitecto Norman Foster, por el otro.
El director general para muestra universal, Bamizhan Dhanseitov, aseguró en una conferencia desarrollada en el marco del VII Foro Económico de Astaná que se van a "mejorar los sistemas eléctricos, las carreteras, la alimentación y factores relacionados con el turismo". A su vez, remarcó qie el proyecto iba a recorrer la senda de sostenibilidad y que se iban a implantar políticas de ahorro energéticos y placas fotovoltaicas en los tejados del edificio de la Expo, de los parques y de las nuevas viviendas. Una fuerte apuesta por la energía renovable en un país donde se encuentra uno de los mayores pozos de petróleo y hay una gran reserva de gas. "Estamos trabajando para hacer todo lo posible para cuidar el medio ambiente. Astaná tiene que ser una cuidad verde y más limpia", aseguró Dhanseitov.
En este punto, el director de la muestra universal explicó que se van a comprar autobuses que funcionen con gas liquido, que se renovará el parque de taxis para que sean menos contaminantes, y se llevará a cabo una fuerte apuesta por la bicicleta, en línea con los planes desarrollados en Madrid y París. "Vamos a 60 kilómetros de carril bici en la ciudad y la primera hora va a ser gratis, la segunda costará 100 tenges (25 céntimos de euros). Así pretendemos acostumbrar a los jovenes a que usen la bicicleta como en Europa y sean menos contaminantes", explicó Dhanseitov. Astaná es una de las ciudades más frías de Kazajistan. En invierno la temperatura ronda los menos 30 grados y en primavera oscila entre los 18 y los 3 grados.
Otro de los grandes retos de este proyecto se encuentra en la renovación de las infraestrucutras de transporte y de la planta hotelera. El proyecto incluye la construcción de establecimientos hoteleros de cinco estrellas y un plan para rebajar los precios de los hoteles y los restaurantes para los turistas (actualmente una habitación en un hotel de cuatro estrellas en la zona soviética no baja de los 100 euros). A su vez, el gobierno presidido N. A. Nazarbayev tiene previsto ampliar el aeropuerto de Astaná que tiene solo una terminal y construir una nueva estación de trenes para mejorar la comunicación con el resto del país. Hoy en día se tarda 15 horas en tren en llegar a Almaty, la antigua capital de Kazajistan.