Empresas y finanzas

A algunos niños les cuesta más resistirse a las señales de los "publijuegos"

Por Kathryn Doyle

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo de Países Bajosasegura que los niños consumen más calorías con un juego decomputadora que promociona caramelos que con un juego quepromociona juguetes.

Durante un estudio, los niños con poco autocontrol eranespecialmente vulnerables a las señales del "publijuego" decaramelos y comían más dulces, aun cuando podían recibir unarecompensa si no lo hacían.

"En los niños impulsivos, el control de la conductainhibitoria es insuficiente y las empresas que promocionanalimentos tratan de influir en esa conducta, lo que complica aúnmás la autorregulación alimentaria", dijo por correo electrónicoel autor principal, doctor Frans Folkvord, de la UniversidadRadboud, Nimega.

Estudios previos habían revelado que las publicidades de losalimentos influyen en la cantidad que comen los niños, pero pocose sabe sobre qué hace que un niño sea vulnerable, según publicael equipo de Folkvord en la revista Pediatrics.

Los autores reunieron a un grupo de niños de entre siete y10 años para utilizar juegos online en los que aparecíancaramelos o juguetes. "Utilizamos un juego de memoria similar alos publijuegos que utilizan las principales empresas dealimentos", explicó Folkvord.

Los niños utilizaron los juegos en una computadora: en lapantalla aparecían 16 cartas con la marca de caramelos ojuguetes dados vuelta. Los participantes podían dar vuelta dosal mismo tiempo. Del otro lado, las cartas mostraban caramelos ojuguetes. Los niños debían hallar los pares de cartas iguales loantes posible.

El equipo organizó en cuatro grupos a los 260 alumnos deescuelas primarias de Holanda. Dos grupos utilizaron el juegocon las imágenes de los caramelos y dos grupos utilizaron eljuego con las imágenes de los juguetes. Lo hicieron durantecinco minutos en una habitación con dos bols de caramelos dejalea y chocolate.

Uno de los dos grupos con cada juego podía comer todos loscaramelos que quisiera y el otro grupo podía comer caramelos orecibir una recompensa si no lo hacía.

Antes de jugar, los niños respondieron un cuestionario paraevaluar sus niveles de impulsividad: el 39 por ciento de losparticipantes era impulsivo.

En general, los niños consumieron más calorías mientrasjugaban el juego con imágenes de caramelos. Pero ofrecerles unarecompensa logró reducir ese consumo. Los niños que utilizaronel juego de los caramelos sin la recompensa inhibitoriaingirieron unas 156 calorías, mientras que los niños a los quese les ofreció la recompensa consumieron unas 87 calorías.

Con el juego que promocionaba juguetes, los niñosconsumieron 101 calorías sin la recompensa y 33 calorías con larecompensa.

En algunos de los niños más impulsivos, las señales de lasimágenes de comida en la pantalla fueron más poderosas que elincentivo para no comer. Los niños que utilizaron el publijuegocon caramelos tendieron a consumir la misma cantidad de caloríascon o sin la recompensa.

"La conducta impulsiva es extremadamente común y podría sergenética", dijo la doctora Deborah A. Cohen, de RANDCorporation, Santa Mónica, California, e investigadoraespecializada en cómo el entorno social y ambiental influye enla salud. Aseguró que la impulsividad induce la toma de malasdecisiones.

FUENTE: Pediatrics, online 5 de mayo del 2014.

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