Poco más de un mes han tardado el banco presidido por Emilio Botín y la multinacional estadounidense en cerrar un acuerdo que ya tenían perfilado a finales de marzo. Según ha anunciado el Santander a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha alcanzado un "acuerdo definitivo" con General Electric para el intercambio de activos por un precio base de 1.000 millones de euros. La operación incluye la venta de Interbanca.
En virtud del pacto, Santander se hará con las unidades de GE Money en Alemania, Finlandia y Austria, así como con las divisiones de tarjetas de crédito en Reino Unido e Irlanda y la de financiación de vehículos en Reino Unido.
Negocio redondo
Por su parte, la compañía estadounidense adquiere Interbanca, entidad italiana especializada en banca mayorista y que correspondió al banco español dentro del reparto de activos de ABN Amro acordado tras la compra de esta entidad junto con Royal Bank of Scotland y Fortis.
Interbanca era la división de banca corporativa de Antonveneta, entidad que también le correspondió a Santander en el reparto de ABN y que fue vendida por 9.000 millones de euros a Monte dei Paschi di Siena.
Con su venta, la entidad financiera presidida por Emilio Botín habría ingresado por Antonveneta un total de 10.000 millones, lo que arrojaría una plusvalía de 3.400 millones, ya que el banco cántabro pagó por la entidad italiana unos 6.600 millones de euros.
Según indica Santander en el comunicado remitido al regulador bursátil, prevén cerrar en el último trimestre del año. Por otra parte, el importe anunciado de 1.000 millones de euros está "sujeto a diversos ajustes".
