
Vince McMahon, presidente y CEO de World Wrestling Entertainment (WWE), el conocido pressing catch, ha logrado construir una compañía sólida y con buenas perspectivas de futuro. Su poderosa marca llega a todos los rincones del mundo y ello ha permitido a McMahon volver a la lista de milmillonarios de Forbes.
Precisamenter la revista le dedica un reportaje especial en el que se analiza el éxito y lo que le queda por llegar a la lucha libre. McMahon ha vuelto a la exclusiva lista de gente con patrimonios de más de 1.000 millones de dólares gracias a las acciones de WWE, que han logrado triplicarse en los últimos seis meses, pasando de 9,7 dólares a su máximo histórico reciente de 31,98 dólares. Recorrido suficiente para hacer de este exluchador un hombre inmesamente rico, ya que posee el 52% de la compañía.
Un negocio sólido
El negocio de la lucha libre es sólido, aunque en los últimos tiempos no ha conseguido crecer como solía. WWE es una marca internacional con un valor de 2.300 millones de dólares. Llega a 150 países en 30 idiomas diferentes y 15 millones de estadounidenses siguen las peripecias de sus luchadores. Hay películas, libros, videojuegos, camisetas y todo tipo de merchandising.
A pesar de ello, la cifra de negocio se ha quedado estancado en alrededor de 500 millones de dólares desde 2008, y los beneficios tampoco ha mostrado mejoría. En 2013, WWE ganó 14,5 millones de dólares, frente a los 31,4 millones de 2012 y los 24,8 millones de 2011. Sin embargo, hay un aspecto en el que está brillando: los mercados emergentes, en los que la facturación ha estado creciendo a un 7% anual hasta alcanzar los 116 millones de dólares.
Este año, sin embargo, las perspectivas son mejores La franquicia, que en sus 40 años de vida ha creado grandes iconos de la cultura popular como Hulk Hogan o The Rock, ya que según los analistas consultados por Bloomberg en 2014 obtendrá sus mejores ingresos y el mayor incremento de los beneficios de la última década.
En España, el wrestling o pressing catch ha tenido altibajos. En los años 90 fue todo un fenómeno y permaneció 8 años en pantalla a través de Telecinco bajo las siglas de WWF. Después pasó or Cuatro entre 2006 y 2010, llegando en 2008 a tener audiencias cercanas al medio millón de personas. La difunta Marca TV recogió el testigo, televisando sus dos programas más famosos, SmackDown y Raw. Tras la desaparición de la cadena en verano del año pasado, el grupo Atresmedia recuperó en noviembre la WWE, que emite a través de su canal Neox, y que tiene cerca de 200.000 seguidores cada fin de semana.
El futuro de WWE
Pero McMahon no se ha quedado quieto, y por eso en la feria electrónica de Las Vegas de este enero, el CES, anunció su proyecto más ambiocioso, la WWE Network. Este proyecto implicará 24 horas al día, 7 días a la semana de contenido a través de Internet, no solo los habituales programas semanales y de pay-per-view.
La apuesta es arriesgada, ya que tiene el peligro de canibalizar precisamente sus fuentes de ingresos tradicionales, que solo en pago por visión ascienden a 82,5 millones de dólares. Pero el objetivo también es importante: duplicar el tamaño del negocio de WWE en dos años.
Y ante esta situación, ¿por qué se han disparado las acciones de WWE? Hay dos razones principales. Por un lado, la compañía está negociando un nuevo contrato de televisión que podría duplicar el tamaño del actual, que es de 160,9 millones de dólares. Por otro, crece la especulación sobre el plan de sucesión de McMahon, con rumores de que podría incluso vender directamente la compañía. Comcast y Madison Square Garden están en las quinielas, aunque también se especula con la promotora de conciertos Live Nation.
"Lo veo como un monstruo realmente amable. Cuando alimentas el monstruo, el monstruo es feliz. El problema es que el monstruo crece, y entonces quiere comer más. Y mientras tú hagas eso, todo va genial. Pero si no lo haces, empiezan a suceder cosas malas", asegura el magnate del ring a la revista Forbes.
De momento, para alimentar ese monstruo, WWE ha gastado 75 millones de dólares en el lanzamiento de WWE Network. Su debut ha sido esperanzador: el 24 de febrero, primer día de emisión, la demanda fue tal que se cayeron los servidores del proveedor de la compañía. Los riesgos están ahí, pero McMahon no les tiene miedo, ya que se considera así mismo como un pionero en el pago por visión y ahora confía en ser lo mismo en la incipiente era de la televisión por Internet.