La Udef, la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales de la Policía, ha remitido al juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz dos informes sobre la gestión de Pescanova una vez concluidas sus investigaciones, en los que acusa a toda la cúpula directiva del presunto fraude.
En los informes, a los que ha tenido acceso elEconomista, y que incorporan las declaraciones de todos los empleados que han colaborado, se confirma todo lo adelantado ya en el informe forense eleborado por KPMG, en el que se acusaba al expresidente de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, de haber montado un entramado societario compuesto por 200 sociedades con el objetivo de ocultar deuda mediante operaciones ficticias, escondiéndoselo al auditor.
La Udef ha analizado las sociedades patrimoniales de Fernández de Sousa y los movimientos de dinero, incluido el intento de evadir capitales a China desde una cuenta en Portugal.
En su investigación la policía ha detectado sucesivas transferencias, por un total de 6 millones de euros de Pescanova a cuentas de sociedades mercantiles controladas por Sousa, lo que podría suponer un nuevo delito.
Un empleado de la compañía declaró que esto podría obedecer a la devolución de un préstamo que Sousa habría dado a la empresa, aunque la Udef asegura que no hay ninguna evidencia ni contrato de este préstamo.
La policía responsabiliza directamente, además de Sousa, a todo el equipo financiero de la compañía gallega. Entre ellos, Antonio Taboas, hasta su jubilación, y después Carlos Turci, como director financiero de la compañía y que sigue actualmente en la misma. Según la Udef, toda la cúpula directiva de Pescanova conocía el entramado y orquestó el fraude, elevando la deuda real a 4.200 millones, más del triple de lo declarado a la CNMV.
La Udef responsabiliza también a Alfredo López Uroz, Angel González, Luciano Matamoro y César Mata, entre otros directivos. Los correos entre ellos demostrarían su participación en los hechos.
Pescanova admite una deuda de 4.218 millones
