
Banco Sabadell está decidido ha emprender un camino diferente al del resto de grandes entidades financieras españolas para rentabilizar su filial inmobiliaria. La entidad que preside Josep Oliu ha paralizado la venta de Solvia a un gestor internacional tal y como han hecho últimamente Banco Santander, Banco Popular, Bankia o CaixaBank.
Ahora, el objetivo del banco es "encontrar un socio industrial del sector inmobiliario, para que tome una participación y convertir Solvia en una de las principales promotoras de España", explicaron fuentes de la entidad.
El año pasado, Solvia vendió 18.501 inmuebles por valor de 3.120 millones de euros, un 40% más que en 2012. De estos, 1.872 operaciones fueron ventas de viviendas a extranjeros no residentes, sobre todo de Reino Unido y Rusia.
Según las mismas fuentes, el ritmo de ventas es mayor del previsto y "creemos que podemos rentabilizar mejor los activos vendiéndolos directamente, que a través de una gestora externa". La venta a un socio externo "te adelanta unos ingresos, pero calculamos que en sólo tres años en Solvia lograremos los mismos ingresos que conseguiríamos si vendiéramos la compañía". El Sabadell cuenta desde hace meses con un estudio previo de la consultora KPMG para la potencial venta de Solvia.
La búsqueda de un socio industrial del sector inmobiliario se justifica más por la estrategia de hacer crecer la compañía, que por la búsqueda de ingresos. "Nos interesa un socio que sea capaz de aportarnos nuevos activos inmobiliarios una vez Solvia liquide su cartera actual", señalan. El socio sería el encargado de finalizar promociones y emprender de nuevas en suelos urbanizables hoy propiedad de Solvia.
En la anterior crisis económica, Banco Sabadell siguió el mismo patrón y desarrolló su filial inmobiliaria Landscape que acabó vendiendo en 2006 a Astroc (Enrique Bañuelos) por 990 millones con unas plusvalías de 623 millones.