
Le ha costado tres años. Ha tenido que lidiar hábitos, compromisos y privilegios de unos pocos, que eran desconocidos para los órganos de dirección de la organización empresarial. Se ha enfrentado a una "vieja guardia" del tándem Cuevas-Jiménez Aguilar que se aferraba a sus prebendas y exigía indemnizaciones millonarias.
Pero, al final, el pasado viernes, con el despido de José de la Cavada, Juan Rosell ha podido cumplir uno de los grandes objetivos que le llevaron a presentar su candidatura para presidir la CEOE tras la obligada dimisión de Gerardo Díaz Ferrán.
Un compromiso de rejuvenecimiento y modernización de la dirección que asumió tras su acceso a la presidencia de la patronal hace ahora tres años, con objeto de hacer una CEOE más ágil, con mayor capacidad de servicio al empresario y, sobre todo, para reducir los costes de personal.
El último escollo
Y es que José de la Cavada, el polémico director de Relaciones Laborales, era el último obstáculo que le quedaba a Rosell para completar la reestructuración y hacer un equipo más joven, más eficaz, con menos ataduras y más barato en una organización empresarial, también afectada por la crisis y agobiada por los derroches económicos de las direcciones precedentes, entre los que se encuentra el plan de pensiones vitalicio que gestó Jiménez Aguilar, y que se contrató a espaldas de la Junta Directiva y del Comité Ejecutivo de la patronal.
El plan de pensiones que desveló elEconomista y que afectaba a 18 ex directivos, todos ellos miembros del núcleo duro del equipo del expresidente José María Cuevas, entre ellos, el citado José de la Cavada.
Durante estos tres años de mandato de Juan Rosell, la CEOE ha reducido en torno a un 25% su plantilla, lo que ha supuesto un desembolso en indemnizaciones de 1,2 millones de euros. Tal y como recogen las cuentas auditadas de la patronal, la estructura central de la CEOE, sin contar las organizaciones territoriales, ha pasado de 145 empleados en diciembre de 2010 a 124 al cierre de 2011 y a 108 a 31 de diciembre de 2012. De los 37 empleados que han salido de la patronal en este tiempo, una decena eran directivos.
En el ejercicio de 2013 no ha habido cambios significativos en la plantilla, que se ha mantenido prácticamente igual que en 2012, en tanto que el objetivo de la patronal es bajar a un centenar de empleados para conseguir una organización "más ágil en la gestión, más útil y más moderna".
La reducción de plantilla también compagina con los objetivos del actual presidente de propiciar "el relevo generacional y dar paso a empresarios más jóvenes". Se trata, en palabras de dirigentes de la patronal de producir "un relevo generacional progresivo, algo natural en las organizaciones empresariales".
Además del relevo generacional, Rosell ha apostado porque su mandato se caracterice por "modernizar la CEOE para adaptarla a las nuevas necesidades del tejido empresarial español y a las nuevas tecnologías, pero también por involucrar a los nuevos empresarios en el asociacionismo". En este contexto, y según consta en los presupuestos de la patronal para este año, la CEOE contempla una reducción de los gastos de estructura de un 11 por ciento, además de congelación salarial para toda la plantilla.
Recorte de presupuesto
La patronal ha previsto para este año una partida de 11,8 millones de euros para gastos de estructura, un 11% menos que en 2013, cuando se desembolsaron 13,3 millones de euros. De los 11,8 millones de gastos previstos en 2014, algo mas de 5,5 millones corresponderán a personal y otros tantos a funcionamiento con reducciones del 15 y del 4%, respectivamente.
Los ingresos contemplados en el presupuesto de este año ascienden a 12,3 millones, un 1% menos que en 2012, cuando se obtuvieron 12,4 millones.
Del total de ingresos previstos para 2014, la mitad corresponde a cuotas, 5,3 millones a aportaciones y el resto se enmarca en el capítulo de "otros". También, según los datos de la Confederación, en 2014 se destinarán 1,9 millones al apoyo de organizaciones y un millón a gastos extraordinarios de reestructuración
Una vez completada la salida de la vieja guardia, y aunque Rosell tiene ya en mente varios nombres para sustituir a De la Cavada, nadie en CEOE quiere hablar de los posibles sustitutos, especialmente porque el responsable de las relaciones laborales es claves en la cúpula de la patronal al ser el encargado de la negociación colectiva.
Por eso, y a la espera de la salida efectiva de De la Cavada, el resto de las áreas de responsabilidad en la dirección de CEOE se completan con Manuel Echanove, ex director general de Telefónica, al frente del área de Estrategia y Desarrollo; Bernardo Aguilera como coordinador de Economía; Javier Calderón en Formación; Bernardo Soto en Fiscalidad y Edita Pereira en el Servicio de Estudios. Un área esta última que Rosell está interesado en dinamizar y potenciar para difundir los más de 500 documentos que anualmente genera la CEOE.