
Cerveceros de Alemania están presionando para que su tesoro ámbar sea protegido por la misma agencia de la ONU que ha salvaguardado la Gran Muralla China, el Gran Cañón y las pirámides de Egipto.
Y es que los productores alemanes han presentado una solicitud para que la popular bebida sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
La solicitud se refiere en concreto a la llamada "ley de pureza" que desde el año 1516 establece que la cerveza se fabrique solo con agua, malta, lúpulo y levadura. Las estrictas normas de regulación de la pureza -conocido como el Reinheitsgebot- permiten que sólo estos cuatro ingredientes se utilicen en el proceso de elaboración de la cerveza.
Las reglas fueron redactadas por duques bávaros hace unos 500 años y la cerveza ha sido un asunto serio para los alemanes desde entonces.
"Gracias a nuestra "ley de pureza" de la cerveza, Alemania tiene una reputación indiscutible, como nación de la cerveza", señala Hans-Georg, el presidente de la Asociación Alemana de Cerveceros, en declaraciones que recoge la CNBC.
El país cuenta con más de 1.300 fábricas de cerveza, más de 40 tipos de cerveza y cerca de 5.000 marcas.