
La gran mayoría de aquellos que se hayan comprado un coche alguna vez se habrán hecho la misma pregunta: ¿me lo compro diésel, que consume menos, o mejor con motor de gasolina porque es más barato?
Aunque sea cuestión de la ciencia exacta de los números, existe división de opiniones en cuanto hasta qué kilometraje al año es más barata la adquisición de uno u otro. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, la cifra está en una horquilla de entre 20.000 y 30.000 kilómetros, distancia que depende en gran medida de la variación de los precios de los carburantes.
La Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) ha elaborado un estudio en el que constata que un coche con motor diésel tendría que hacer 30.000 kilómetros al año para salir más rentable que el gasolina.
1.600 euros de ahorro
Los concesionarios han calculado una diferencia media del precio en la adquisición de 1.600 euros entre un coche diésel y otro con las mismas características, tamaño y potencia pero de gasolina.
El estudio tiene también en cuenta un sobreprecio de 150 euros en el mantenimiento que necesita el coche, un seguro unos 220 euros más caro y una amortización a cuatro años (por los 1.600 euros de la compra) de 400 euros por año.
En total son 2.370 euros, por lo que teniendo en cuenta el consumo de un turismo medio Faconauto estima que quien se compre un motor diésel deberá recorrer como mínimo 30.000 kilómetros al año para compensar, mediante el menor consumo de carburante, el sobreprecio que se paga por esta motorización.
Menos revisiones
El estudio analiza además otras ventajas y desventajas. Mientras que la única ventaja del diésel es el carburante, los motores de gasolina requieren un menor mantenimiento, menos piezas y más baratas, y contaminan menos.
El bajo consumo de combustible resulta el principal atractivo de los motores diésel. Hayan hecho cuentas o no, los automovilistas españoles prefieren con diferencia los motores diésel a los de gasolina.
Prueba de ello es que en los siete primeros meses del año casi siete de cada diez coches que se han matriculado en España equipaban un motor diésel.
En los coches de gran tamaño, tales como monovolúmenes grandes y vehículos todoterreno la elección diésel se sale de la media y está más justificada, ya que la diferencia de consumo es mayor por tratarse de vehículos más pesados. Por eso hasta ocho de cada 10 coches todoterreno matriculados en lo que va de año tienen un motor diésel, según los últimos datos de matriculaciones disponibles.