La dirección de Panrico y los trabajadores negociaban ayer a última hora de la tarde un nuevo acuerdo que evitase la presentación de un concurso de acreedores.
La insolvencia de la empresa había sido puesta sobre la mesa como medida de presión para desencallar las negociaciones. Una semana antes ambas partes rubricaban un acuerdo para despedir a 735 trabajadores (un 40 por ciento de los cerca de 1.800 trabajadores de su plantilla) hasta 2016. Asimismo, planteaba una reducción salarial de un 18 por ciento que fue rechazada por los trabajadores de Panrico en votación.
Una parte de los representantes de los trabajadores exigió la retirada de todos los despidos y sustituir la medida por bajas involuntarias. En un intento por mejorar las condiciones de los despidos, Panrico propuso aumentar ayer las indemnizaciones por año trabajado de 23 a 25 días. Fuentes sindicales explicaron ayer que el objetivo de esta última negociación era "salvar los puestos de trabajo y evitar el concurso".
Los autónomos, en huelga
Otro frente abierto en el conflicto de Panrico afecta a sus 1.800 trabajadores autónomos. Este colectivo irá hoy a la huelga si no cobra las facturas del pasado mes de octubre. "Los autónomos de Panrico no pueden estar refinanciando a la empresa", señaló ayer el presidente de Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor.
Panrico también ha comunicado a este colectivo su objetivo de prescindir de parte de este equipo de ventas, que supera en la actualidad los 900. Con su plan de reestructuración, el fabricante de Donuts y Bollycao pretenden ahorrar 50 millones de euros anuales. La empresas, que pierde 150.000 euros al día, tiene una deuda acumulada superior a los 700 millones de euros.
La compañía, que se encuentra en preconcurso desde hace cerca de dos meses, no tienen prácticamente deuda financiera.
En febrero de 2012, el fondo de inversión estadounidense Oaktree reestructuró el pasivo de la empresa, que se elevaba entonces a 380 millones y capitalizó su deuda, con lo que incrementó su participación del 20 al 86 por ciento. Posteriormente, el pasado mes de junio, elevó su participación hasta el cien por cien.
Así, Panrico se quedó sin deuda financiera, pero con préstamos participativos concedidos por su matriz, que se contabilizan como fondos propios. La operación de Oaktree reforzó su balance y capitalizó préstamos de accionistas por valor de más de 560 millones, dotando a la compañía de fondos de más de 100 millones. Desde hace más de un mes, Panrico cuenta con una fábrica en huelga: la de Santa Perpétua de la Mogoda (Barcelona). Precisamente, estos trabajadores decantaron con sus votos el rechazo de toda la plantilla al preacuerdo para los despidos.