Empresas y finanzas

Panrico intenta ganar tiempo y pide el preconcurso sin deuda bancaria

La falta de liquidez que arrastra Panrico desde hace semanas precipitó ayer que la empresa optara voluntariamente por declarar el preconcurso de acreedores. Lo hace para intentar ganar tiempo ante la imposibilidad de poder pagar a la plantilla y a sus proveedores, aunque de momento hay sólo un millón de euros de deuda vencida y exigible y la compañía no tiene compromisos financieros con la banca.

La firma de bollería, propiedad del fondo Oaktree, decidió hace sólo unos días aplazar el pago de la nómina de septiembre a toda su plantilla para poder atender el pago de las facturas a los proveedores y evitar así la declaración del insolvencia.

Pero la situación se está agravando cada día que pasa, lo que ha obligado a la dirección del grupo no sólo a pedir el preconcurso, sino también a poner en marcha un ERE que afectará a 1.914 trabajadores, casi la mitad de su plantilla, que se eleva a 4.000 personas incluyendo los repartidores autónomos, y rebajar las nóminas del resto entre un 35 y un 45 por ciento.

Una decisión "prudente"

Panrico justificó ayer la medida en el ejercicio "prudente de administración", para "generar el marco idóneo con el que proteger el futuro de la compañía y a todas las partes involucradas en su operativa: trabajadores, proveedores, bancos y clientes".

La dueña de Donuts, que ha acumulado pérdidas de 710 millones de euros en los últimos cinco años, asegura que el preconcurso "protege y defiende a la compañía de eventos forzados por terceros, al mismo tiempo que la dota de flexibilidad para buscar una solución real para la empresa". A partir de ahora, cuenta con un plazo de tres meses para renegociar sus deudas, estando obligada a suspender pagos en el caso de no conseguirlo. En febrero de 2012, el fondo de inversión estadounidense Oaktree reestructuró el pasivo de la empresa, que se elevaba entonces a 380 millones y capitalizó su deuda, con lo que incrementó su participación del 20 al 86 por ciento. Posteriormente, el pasado mes de junio, elevó su participación hasta el cien por cien.

Con todo ello, Panrico se quedó sin deuda financiera, pero sí con préstamos participativos concedidos por su matriz, que se contabilizan como fondos propios. La operación de Oaktree reforzó su balance y capitalizó préstamos de accionistas por valor de más de 560 millones, dotando a la compañía de fondos de más de 100 millones.

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