Empresas y finanzas

La 'City' espera la venta inminente de la participación del Reino Unido en Lloyds

  • Las acciones ya cotizan a más de los 73,6 peniques que pagó Londres

La inminente venta de la participación del Gobierno británico en Lloyds mantiene en vilo al corazón financiero de Europa. La City contuvo ayer la respiración ante las especulaciones de que el anuncio podría llegar con el arranque de la semana. Aunque de momento se hace esperar, los analistas prevén que será por poco, puesto que el precio de las acciones aparece por encima de los 73,6 peniques que el Ejecutivo de Gordon Brown pagó de media entre 2008 y 2009 por el 39% que actualmente ostenta en el banco.

El catalizador fueron los resultados del primer semestre, cuando la entidad registró 2.100 millones de libras en beneficios, tras los años de pérdidas que sucedieron a la intervención estatal. A partir de ahí, los títulos iniciaron una senda al alza que ayer superó los 76 peniques.

La decisión de "cuándo y cómo" vender corresponde enteramente a la Administración de David Cameron, como el consejero delegado, el portugués Antonio Horta-Osorio, subrayó la semana pasada tras dar cuenta de la evolución en la primera mitad de año. Su intervención contribuyó como revulsivo a la revalorización de unas acciones que, de mantener los niveles actuales, garantizarían finalmente al Estado beneficios del rescate.

Superan las expectativas

La confirmación de la tendencia actual superaría las propias expectativas del Tesoro. En sus registros oficiales, el ministerio recogió 61 peniques de precio mínimo a partir del que comenzar a considerar la venta, una cantidad que causó controversia cuando se anunció, por ser considerablemente menor que la que de media pagó el Gobierno. La razón es, sin embargo, objetiva, ya que está basada en la cotización cuando el Ejecutivo compró las acciones, a pesar de que el precio que finalmente abonó fue 12,6 peniques superior.

El Ejecutivo ya ha avanzado que cualquier ganancia potencial derivada de la venta de Lloyds se dedicará íntegramente a reducir el agujero presupuestario. Pero junto con la lucha contra el déficit, el escenario vigente tiene otro gran beneficiado, que no es otro que Antonio Horta-Osorio.

El pasado marzo se dio a conocer el bonus que recibiría de comenzar la venta de la participación pública: un total de 1,5 millones de libras, resultantes de un paquete de tres millones de libras, valoradas en menos de 50 peniques. Si el proceso se acometiese con los 61 peniques que el Tesoro tiene en sus registros, la prima extraordinaria se elevaría por encima de los 2,2 millones de libras y de emprenderse sobre los niveles actuales, la cifra crecería proporcionalmente para animar la cuenta bancaria del ex jefe de la rama británica del Santander.

No en vano, Horta-Osorio no puede acceder a sus 'bonus' antes de 2018, a no ser que los títulos estén valorados por encima de los 73,6 peniques "por un período de tiempo dado", que el banco no concreta, e incluso de no procederse a la venta de la participación pública; o en caso de que ésta tenga lugar en un 33 por ciento.

De momento, las dos variables son factibles y, en paralelo a las especulaciones acerca de cuándo el Gobierno comenzará a deshacerse de su 39 por ciento, la otra gran incógnita es cómo lo hará. El ministro ha indicado que una primera acometida se haría a grandes inversores institucionales, lo que abriría la puerta a continuación a los de menor tamaño e, incluso, a que el propio Lloyds adquiera parte del paquete.

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