Indra obtuvo un beneficio neto de 47,6 millones de euros en el primer semestre de 2013, lo que representa un descenso del 22% con respecto el mismo periodo al año anterior, según ha informado este jueves la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La firma presidida por Javier Monzón ha precisado que, sin tener en cuenta gastos extraordinarios, el beneficio neto recurrente fue de 63,5 millones de euros, lo que supone un descenso del 18%.
En los seis primeros meses del año, las ventas del grupo tecnológico alcanzaron los 1.490 millones de euros, un 1% más, mientras que la cifra de contratación ascendió a 1.671 millones de euros, lo que supone un 14% menos.
Descenso en la cartera de pedidos
La compañía ha indicado que la contratación ha sido superior en un 12% a las ventas y ha señalado que la cartera de pedidos ascendió a 3.608 millones de euros, lo que supone una disminución del 3% respecto al mismo periodo de 2012 y representa 1,22 veces las ventas de los últimos 12 meses.
Por su parte, el resultado neto de explotación (Ebit) alcanzó los 96,9 millones de euros, lo que supone un 6% menos que en el primer semestre de 2012, situando el margen Ebit en el 6,5%, frente al 7% del primer semestre del ejercicio anterior.
Por distribución geográfica, las ventas fuera de España, que ya representan el 58% de las ventas totales, crecieron un 14% en Latinoamérica, un 32% en Asia, Oriente Medio y África y un 5% en Europa y Norteamérica.