Empresas y finanzas

Un banco de 20 sucursales que no cumplió los objetivos

Miguel Blesa

El Banco de España condicionó la compra de City National a sacar el 'holding' Cibeles a bolsa, algo que nunca sucedió.

Con 2.200 millones de plusvalías, procedentes de la venta de la participación de Caja Madrid en Endesa, los sueños de expansión internacional de Miguel Blesa se redoblaron. Así, cuando la crisis subprime ya había estallado y sólo pocos meses antes que Lehman Brothers pasara a mejor vida, el presidente de Caja Madrid anunciaba la compra de un banco en Florida, a semejanza de los españoles Popular y Sabadell, que habían adquirido una entidad bancaria en ese estado norteamericano.

City National Bank of Florida contaba entonces con 19 sucursales y 421 empleados. Los activos que movía la entidad, enfocada a la financiación a empresas, ascendían a 2.761 millones de dólares.

Caja Madrid desembolsó entonces 927 millones de dólares por el 83 por ciento del banco, a los que sumaría dos años después otros 217 millones para llegar a controlar el 100 por cien.

Los analistas advirtieron, a pesar de que Caja Madrid defendía que el precio era similar al pagado en adquisiciones parecidas en términos de PER (la relación entre el precio de la acción y el beneficio), que se había pactado abonar prácticamente el doble de otras operaciones si se tenía en cuenta como referencia el volumen de activos de la entidad estadounidense.

Más reveladora fue la advertencia del Banco de España, que en el informe que daba el visto bueno a la adquisición, que aunque el City National no parecía afectado por la maldición de los activos tóxicos que agitaba la tormenta financiera en Estados Unidos, no disponía "de datos para analizar esa circunstancia". Además, el supervisor llamaba la atención sobre las provisiones, que le parecían "escasas".

El Banco de España, que ya por aquel entonces empujaba a las entidades a congelar su cartera industrial en aras de la solvencia, condicionó la compra a que la caja se dotara de más transparencia en el mercado y a la vez pudiera reforzar su capital, un camino que pasaba por sacar a bolsa todas sus participaciones financieras. Era el germen del proyecto Cibeles, otra gran apuesta de Blesa.

La expansión de Caja Madrid en Florida y los efectos benéficos para la caja nunca llegaron a producirse. City National había obtenido 63 millones de dólares de beneficios en 2007. Caja Madrid cerró definitivamente la operación en noviembre de 2008 y al año siguiente, el primero bajo la gestión de la entidad española, la crisis inmobiliaria obligó a la entidad a multiplicar sus provisiones ante el avance de los créditos morosos, como antes había advertido el Banco de España, lo que deterioró su solvencia y menguó sus beneficios. Al año siguiente, en 2010, le inyectó 100 millones de euros para contribuir al saneamiento de sus activos.

Sólo en 2011, con Rato en la presidencia, se logra dar la vuelta a la entidad tras la recuperación de la economía de Florida y se acomete una pequeña expansión del banco, con la apertura de cinco sucursales más y un giro en su negocio.

Mientras la cara adquisición languidecía en época de Blesa, éste debía lanzar a bolsa Cibeles, una versión reducida del holding de La Caixa. Caja Madrid tenía proyectado agrupar en esta sociedad su participación en Mapfre y en todas sus filiales, el banco de grandes patrimonios de Caja Madrid, Altae, la gestora de fondos Gesmadrid, la sociedad de valores Inversis, la gestora de fondos de pensiones Caja Madrid Pensiones, la mexicana Su Casita y City National.

Pero el empeño de Blesa se dio de bruces con la realidad y el Banco de España, ante la situación de los mercados no tuvo más remedio que prolongar el plazo dado para la salida a bolsa.

Blesa dijo en alguna ocasión que "no nos vamos a suicidar" con la colocación de Cibeles y, realmente, el objetivo de conseguir que la capitalización alcanzara los 2.500 millones era misión imposible en un contexto de fuertes volatilidades en el mercado, que ya había situado en minusvalías latentes algunas de sus participaciones cotizadas.

Eso sí, la advertencia del Banco de España sobre las carteras industriales no fue seguida, y Blesa 'invirtió' en 2008 parte de las plusvalías de Endesa, hasta 500 millones de euros, en Globalvía, SOS Cuétara e Indra.

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