
El sector de la moda español pende de un hilo. Las grandes firmas nacionales han visto como la crisis y la caída del consumo desplomaban sus beneficios en España. Tanto es así, que en la última semanas dos de las grandes marcas, Caramelo y Blanco, han solicitado el concurso y preconcurso de acreedores, respectivamente.
Estas dos se suman a la tendencia iniciada a principios de año por Victorio & Lucchino y Hakei, que en los últimos meses también ha presentado concurso de acreedores porque se han visto asfixiadas por las deudas. Todas ellas culpan a la difícil situación económica que atraviesa el país y aseguran que la crisis del consumo ha hecho mucho daño en sus cuentas.
La realidad es que el sector está tocado, prueba de ello es que incluso el gigante textil Inditex, cuyo fundador, Amancio Ortega, aparece en la lista de Forbes como el tercer hombre más rico del mundo, se ha visto forzado a lanzar un plan de bajas incentivadas para reducir su plantilla en España, después de que sus ventas bajaran un 4 por ciento.
Según explica el informe El Sector retail en España, elaborado por GBS Finanzas, Mango también se ha visto perjudicada por la caída del consumo, por lo que su posicionamiento de producto bajó tras caer el beneficio neto un 30% en los dos últimos años. Por su parte, el Grupo El Corte Inglés, que registró un descenso del 8,5% en la cifra de negocio de su marca, Sfera, se ha visto forzada a reducir la presencia a pie de calle de sus firmas Tintoretto, Amitié y Síntesis, para centrarse en su distribución dentro de los propios grandes almacenes.
Falta de financiación
Otro de los problemas del sector ha sido la falta de financiación, que trajo como efecto arrastre el cierre de pequeños establecimientos y ralentización del ritmo de aperturas en grandes cadenas. Así, el número total de puntos de venta especializados en comercialización de prendas de vestir y textil-hogar se redujo en cerca de 13.000 entre 2006 y 2011, situándose a finales del último ejercicio en poco más de 60.000.
Sin embargo, las firmas de moda españolas han encontrado en el extranjero la expansión necesaria para compensar la caída del consumo en España. Así, según datos recopilados por Estacom, entre enero y julio de 2012, la moda "Made in Spain" facturó en el exterior un 15,76 por ciento más que durante el mismo periodo del ejercicio anterior, hasta alcanzar los 6.168 millones de euros. Los datos totales de 2012 todavía no está cerrados, pero las previsiones apuntan a que se alcanzará un nuevo récord de exportaciones, que rondarán los 10.300 millones, frente a los 9.566 millones de 2011.
Salir fuera de nuestras fronteras no sólo ha sido la solución de los grandes grupos como Mango, Inditex o Desigual, sino que otras firmas más pequeñas también han conseguido entrar en mercados emergentes, lo que ayuda a reducir su dependencia de los cuatro tradicionales como Francia, Italia, Portugal y Alemania.
Según GBS Finanzas, durante los dos últimos años las ventas de moda española crecieron especialmente en mercados de fuera de Europa, como Arabia Saudí, Japón, Venezuela o México. En Francia, principal mercado del textil español, la demanda aumentó hasta superar los 2.000 millones, lo que contrasta con Portugal o Italia, donde las exportaciones se mantienen.