La teleco que preside César Alierta cerró el ejercicio 2012 con un beneficio neto consolidado de 3.928 millones de euros, lo que supone un descenso del 27,3% con respecto al año anterior. La compañía ha informado a la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Telecomunicaciones (CNMV) de que realizó saneamientos por 2.536 millones.
Los resultados son peores de lo que se esperaba. De media, los once analistas consultados por Reuters habían previsto que las ganancias de Telefónica se redujeran solo un 19,4% interanual, hasta los 4.359 millones de euros.
En su nota al regulador de la bolsa, la teleco explica las ventas aumentaron el 0,8%, hasta los 62.356 millones de euros, también por debajo de las estimaciones de los analistas.
Los dos principales motivos que lastran los resultados corresponden a Venezuela, donde la devaluación del bolívar supuso un menoscabo de cerca de 800 millones. En concreto, la devaluación del bolívar ocasionó a Telefónica unas pérdidas de 438 millones de euros, si bien ese importe no tendrá impacto en la deuda del grupo. Asimismo, la teleco realizó un ajuste en el valor neto de sus activos financieros por un importe de 873 millones.
Además, la compañía se anotó un ajuste contable en su participación en Telecom Italia, operador transalpino que el año pasado sufrió todo tipo de penurias bursátiles.
Pese al varapalo de Venezuela, Telefónica puede sacar pecho por su crecimiento en Latinoamérica, con repuntes de los ingresos del 5,5%, con un total de 30.520 millones de euros. De esa forma, casi la mitad de las ventas del grupo ya se producen al otro lado del Atlántico.
El lastre español
En términos comparativos, la pujanza de Brasil, México, Colombia contrasta con la debilidad de la filial europea, cuya facturación fue el 6,5% menor, hasta los 29.995 millones de euros. La culpa del saldo adverso del Viejo Continente hay que imputársela en primer lugar a España, donde la crisis económica, la presión competitiva y el impacto de las medidas regulatorias, menguaron las ventas el 13,2% en el mercado doméstico, que fueron de 14.985 millones.
La mejor noticia en suelo español fue el incremento del margen comercial, algo que la compañía ya había adelantado semanas atrás. En esa mejora de la rentabilidad incidió el recorte de plantilla en España, con un ERE sobre 6.800 empleados.
También ayudó el fin de la subvención de terminales y, en el último tramo del año, la apuesta del operador por Movistar Fusión, lanzada en octubre de 2012, ha venido a dar la razón al equipo que en España lidera Luis Miguel Gilpérez, con una propuesta de servicios integrados de telefonía fija, móvil, acceso a Internet y televisión de pago, todo ello bajo una única factura. Esa estrategia se ha convertido en menos de un trimestre en el punto de inflexión de Telefónica en España, así como un elemento que ha obligado al resto de los operadores a adaptarse al nuevo entorno con mejor o peor suerte.
Inversión
El grupo cerró el año pasado con más de 310 millones de accesos, el 2,9% más, de los que el mayor porcentaje se encuentra en Latinoamérica. Ese elemento, junto con el dinamismo comercial que se disfruta al otro lado del Atlántico, logró desnivelar levemente a su favor el equilibrio geográfico que hasta el momento mantenían los negocios en España, Europa y Latinoamérica.
La inversión realizada por Telefónica durante 2012 ascendió a 9.458 millones de euros, un 7,5% menos que el año anterior. Ahora bien, en el referido CapEx se incluyen los 586 millones por las adquisiciones en espectro durante 2012 con la siguiente distribución: 420 millones de euros en Brasil, 127 millones en Irlanda, 34 millones en Venezuela y 5 millones en Nicaragua. En término comparativos, conviene reseñar que la teleco invirtió en 2011 un total de 1.296 millones por la compra de frecuencias en España (842 millones), Brasil (349 millones), Costa Rica (68 millones) y 37 millones en Colombia.
Control de la deuda
El grupo de telecomunicaciones logró reducir la deuda el año pasado y cumplir con su objetivo de ajustar el ratio de deuda sobre OIBDA en un múltiplo de 2,35 veces (frente al 2,65 veces de doce meses atrás), con un endeudamiento al cierre de 2012 de 51.259 millones de euros.
Así, cerró el ejercicio con un ratio de deuda sobre OIDBA de 2,36 veces tras reducir su carga financiera en 7.000 millones. Conviene recordar en el curso pasado, Telefónica vendió Atento, sacó su filial alemana a bolsa y suprimió temporalmente el pago de dividendo.
El OIBDA (resultados operativos antes de impuestos, amortizaciones y depreciaciones) del grupo Telefónica alcanzó los 21.741 millones en 2012, el 4,1% más en términos interanuales. El margen mejoró en 5,5 puntos porcentuales.
Telefónica también ha confirmado sus objetivos para 2013 y ha reiterado la política de retribución al accionista para 2013, de distribución de un dividendo en efectivo de 0,75 euros.
Pago a consejeros
Por otra parte, los consejeros y directivos de Telefónica redujeron el 20% su remuneración en 2012 , con un total de 22,4 millones de euros (frente a los 28,1 millones del año anterior), una vez descontada la retribución variable al ex consejero delegado, Julio Linares, directivo que el año pasado dejó la compañía tras 43 años de antigüedad.
Sin contabilizar la referida partida no recurrente, la retribución total percibida por los consejeros de Telefónica asciende a 50,5 millones de euros. En cuanto a la alta dirección, la remuneración total fue de 19,9 millones, frente a los 19,5 millones de 2011.
Primera en beneficios
Telefónica se confirmó el año pasado como la primera empresa española por beneficios e ingresos pese a haber recortado el importe de ambos conceptos.
En el segundo escalón del ranking empresarial español -y muy lejos de la operadora que preside César Alierta- se encuentra el Grupo Santander, que el año pasado se anotó un beneficio atribuido de apenas 2.205, debido las provisiones empleadas para sanear el negocio inmobiliario. Hoy también presentan resultados una docena de empresas del Ibex, pero ninguna de ellas se acerca a las magnitudes de la teleco.