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Los bancos y las cajas que han financiado en los últimos años a Luis Portillo para hacerse con el control de Colonial ignoraron todas las advertencias realizadas desde 2005 por Deloitte, la firma que supervisó las cuentas de sus empresas. Encabezados por Banco Popular, La Caixa, Bancaja, Espiritu Santo, Natixis y BBVA, un total de 14 entidades financieras han concedido 1.473 millones de euros al empresario sevillano para reforzar su crecimiento.
Y basta leer los informes de auditoría realizados en los dos últimos ejercicios para ver que sus negocios estaban en una situación financiera crítica. Deloitte puso salvedades en todos los informes realizados en 2005 y 2006 a Expo-An, la inmobiliaria que Portillo utilizó para hacerse con Colonial <:CAR.MC:>; a la constructora Nazaria y a Zent Inversiones, cabecera del holding empresarial.
Salvedades
El auditor da las primeras señales de alarma en 2005. Entonces dice ya que la constructora Nazaria, uno de sus buques insignia, presenta un fondo de maniobra negativo por importe de 45 millones de euros e insiste en que "para que pueda mantener el normal desarrollo de sus operaciones es necesario que el resto de empresas del grupo le preste apoyo en tanto en cuanto logra reestructurar su deuda". Y algo parecido ocurre con Expo-An, que logró resolver el desfase financiero sólo al lograr importantes plusvalías con la venta de más de cinco millones de acciones de Metrovacesa (MVC.MC), por 331,2 millones de euros.
Pero es en 2006 cuando la situación empieza a ser ya más que preocupante. Zent Inversiones, cabecera de todos los negocios de Portillo, estaba ese año en "causa de disolución" debido al desequilibrio patrimonial al que se vio abocada por sus fuertes pérdidas, que superaban los 21 millones de euros.
Y la situación en el resto de sociedades no era mucho mejor. Expo-An presentaba a 31 de diciembre de ese mismo año "un fondo de maniobra negativo, al superar el pasivo a corto plazo al activo circulante en 81 millones de euros".
Según Deloitte, esto se debía a que "se han financiado inversiones en inmovilizado con recursos a corto plazo y a que están pendientes de subrogarse diversos préstamos hipotecarios". Y lo mismo ocurre una vez más en Nazaria donde la situación vuelve a ser delicada y Deloitte reitera que necesita apoyo para poder sobrevivir.
Sin embargo, y a pesar de todas estas advertencias, las entidades financieras no duraron en prestarle apoyo. BBVA (BBVA.MC), por ejemplo, concedió 100 millones de euros a esta compañía con fecha de 28 de junio de 2006 para que Portillo pudiera suscribir la ampliación de capital del grupo Inmocaral, según las memorias de la sociedad, depositadas en el Registro Mercantil de Sevilla. Y hay casos aún peores, porque Portillo acumula ya, por ejemplo, una deuda de 365 millones de euros con Banco Popular (POP.MC), de 161,3 millones con La Caixa y de 116 millones con Bancaja. Lo más grave es que los problemas financieros del empresario sevillano han acabado por arrastrar a Colonial. elEconomista adelantó la pasada semana que Banco Popular y La Caixa han decidido arremangarse la camisa para pasar a la acción y ejecutar los títulos de la inmobiliaria que Portillo depositó como garantía de los últimos créditos que solicitó. Con esta operación, paradójicamente, La Caixa volverá a los órganos gestores de Colonial dos años después de venderle la inmobiliaria a Portillo, en una transacción en la que alcanzó unas plusvalías superiores a los 600 millones de euros.
El pasado viernes se supo, además, que el banco francés Natixis ejecutará también los 50 millones de títulos que Portillo tenía pignorados con la entidad por una deuda de 102,2 millones. La pregunta que mucha gente se hace en el mercado es porque no hubo mayor control antes para evitar llegar a esta situación. La mayor parte de las entidades financieras consultadas por este periódico se niega a comentar los créditos concedidos a Portillo, debido a la confidencialidad que, según dicen, deben a sus clientes. Sin embargo, algunas sí reconocen que a pesar de las advertencias de Deloitte, los bancos concedieron los créditos porque el empresario contaba como aval con un sólido patrimonio en suelo.
Las empresas de Portillo se han negado, en cambio, a hacer ningún comentario. "No hablamos con la prensa", aseguró una portavoz de Expo-An.
Al margen de Portillo, la inmobiliaria Nozar también está ultimando la venta de la mayor parte de su 12,25 por ciento del capital de Colonial a sus bancos acreedores. La familia Nozaleda pretende quedarse con sólo el 5 por ciento.
Seguro que los bancos tendrán más cuidado ahora con los créditos que conceden, especialmente tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.