
Acaba de inaugurar un hotel en el centro de Madrid, el Innside Génova, y en las próximas semanas abrirá sus puertas el Innside Luchana, también en la capital de España. El consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, apuesta por el sector urbano en España, pese a la que está cayendo. "Hay un nicho de mercado en las principales capitales españolas en el que encaja perfectamente el modelo de Innside: hoteles confortables con una gran vida social. Un punto de encuentro y ocio y no sólo un sitio para dormir y dejar la maleta", explica Escarrer en una entrevista con elEconomista.
El secreto está en apostar por ubicaciones "excepcionales" y centrarse en Madrid y Barcelona, que son las únicas ciudades que tiran del turismo... o al menos hasta septiembre del año pasado. Y es que, aunque Escarrer cree que ambas capitales tendrán buenos resultados en 2013, Barcelona ha pegado un frenazo por culpa de la aventura soberanista promovida por Artur Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña. "Los líos soberanistas han perjudicado la imagen internacional de Barcelona y se ha dejado notar en los resultados del cuatro trimestre de 2012, que ha ido mucho peor que el resto del año", sentencia Escarrer.
El grupo apuesta por la expansión internacional, pero no se olvida de España como mercado... ¿Será 2013 el año de la recuperación?
No. Este año va a ser peor por la caída del mercado nacional. No me atrevo a vaticinar cuánto va a caer el sector, porque en España se espera siempre al último minuto, pero la subida de los impuestos sólo sirve para lastrar más el consumo. La caída se va a notar sobre todo en el interior y en las segundas capitales. La costa, Madrid y Barcelona mantendrán el tipo, aunque en la capital catalana la aventura soberanista se ha dejado notar y ha lastrado los resultados de los últimos tres meses de 2012.
¿Cómo le va a afectar a Meliá la caída del consumo nacional?
La cadena va a ser capaz de compensar la caída del mercado nacional con la llegada de turistas internacionales. Tenemos mucho peso en Europa del Este, los países escandinavos y, sobre todo, Rusia. El 70% de nuestros clientes no son españoles y eso se nota.
¿Y el alza del IVA?
La subida de los impuestos es negativo para el sector y las empresas, ya que nos está costando mucho repercutirlo. El cliente es muy sensible a la subida de los precios y puede ser contraproducente. El año pasado, por ejemplo, el alza del IVA nos cogió con todos los contratos firmados con los touroperadores y agencias, por lo que nos tocó comérnoslo. En los últimos tres meses del año, el alza del impuesto nos ha costado tres millones de euros.
Dentro del plan de internacionalización ¿contempla conquistar nuevos mercados como, por ejemplo, Rusia?
Rusia es un país muy interesante y con un gran potencial. Tenemos desde hace seis años una fuerte oficina de ventas y trabajamos codo con codo con las agencias de viaje de allí, por lo que disfrutamos de un gran reconocimiento de marca en la región. Como es fácil comprender, tener un hotel en Moscú es prioritario, pero todavía no hemos firmado ningún acuerdo ni hay conversaciones, de momento.
La cadena se reunió con el Gobierno venezolano hace poco, ¿qué planes tienen en marcha?
Venezuela nos llamó para desarrollar un proyecto turístico, que incluye la construcción de cuatro hoteles y un centro de convenciones. Todavía no hay nada firmado, pero la idea sería que ellos ponen el dinero para las infraestructuras y nosotros la gestión. El Gobierno venezolano quiere exportar a su país el modelo que desarrollamos en Cuba. Se han dado cuenta de que tienen un altísimo porcentaje de su PIB que viene del petróleo y quieren diversificar en varios sectores. Entre ellos, quieren desarrollar el turismo y qué mejor manera que de la mano de un grupo que ha demostrado su buen hacer y que es pionero en abrir destinos. Nosotros abrimos Cuba, República Dominicana, Bali, hace más de 20 años. Quieren ir de la mano de un grupo que tiene credibilidad.
¿Qué planes tienen para China?
Creceremos en las principales ciudades de la mano de nuestros socios. Vamos a desembarcar con la marca Innside, porque tiene una potencia de expansión muy importante. En China todo el mundo se está enfocando en el segmento de super lujo o de low cost, pero hay un nicho de mercado en el medium scale que nadie está cubriendo.
Meliá va a abrir 34 hoteles fuera de España en los próximos dos años y el mercado internacional cada vez tiene más peso en la cuenta de resultados ¿Cómo ha funcionado el cambio de nombre?
Rebautizar la cadena era un apuesta muy valiente, ya que Sol Meliá era una marca muy reconocida. Pero ha merecido la pena apostar por Meliá para acompañar el plan de internacionalización. Un año después ,el balance es muy positivo y por eso también cambiamos el nombre del club de fidelización, que ahora se llama Meliá Rewards. El mercado internacional tiene cada vez más peso en nuestras cuentas y ya supone el 82 por ciento del ebitda. Además, gracias a la diversificación hemos cerrado 2012 con una facturación de más o menos 1.400 millones de euros (en 2011, Meliá ingresó 1.335 millones).
Los dos últimos años la cadena ha llevado a cabo un plan de desinversión ¿Seguirá este año?
Sí. Buscamos soltar ladrillo para convertirnos poco a poco en una empresa de gestión y reducir deuda. La desinversión este año irá en línea con 2012 y 2011.