
Las Administraciones Públicas, a diferencia del común de los ciudadanos, sí podrán continuar disfrutando de atractivas rentabilidades en depósitos. La recomendación de limitar el extratipo efectuada por el Banco de España a algunas entidades financieras afecta específicamente al segmento minorista, es decir, no aplicaría a priori a Administraciones Públicas ni a recursos procedentes de otras instituciones financieras, desvelaron fuentes al corriente de las indicaciones del supervisor.
Solo hay un segmento de particulares que escaparían al movimiento para poner coto al extratipo: aquellos con saldos globales que superen los 10 millones de euros -umbral accesible exclusivamente para las grandes fortunas-.
Los ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y demás Administraciones Públicas, centrales, regionales y locales, cuentan con unos 72.280 millones de euros en depósitos, cifra que equivale a alrededor del 6% del total nacional conforme a las cifras de septiembre del Banco de España. Sus fondos logran en numerosas ocasiones intereses que pueden llegar a asimilarse e, incluso, rebasar las mejores ofertas realizadas a clientes porque es práctica habitual adjudicar la administración de esos importes en subastas competitivas.
Se puja por los depósitos
A la hora de fijar la rentabilidad con la que el banco pujará pondera que administrar dichos recursos, generalmente correspondientes a puntas de tesorería, puede ir vinculado a la contratación de otros productos o servicios de la institución que saca el concurso como la gestión de nóminas o pagos a proveedores. Es decir, son generosos con la rentabilidad si se compensa con el conjunto de la relación financiera con el ayuntamiento, gobierno autonómico o ministerio.
Se da la circunstancia además de que los fondos de las Administraciones Públicas no se encuentran blindados por el Fondo de Garantía de Depósitos. La entidad financiera dispone, por tanto, de un margen extra para mejorar el tipo de interés, ya que no debe aportar nada al Fondo de Garantía por captar dinero de instituciones u organismos públicos, a diferencia de lo que ocurre cada vez que toma ahorros de un particular o de una empresa.
Las fuentes consultadas infieren en que el hecho de estar o no protegido por el hoy esquilmado Fondo de Garantía figuraría entre las claves manejadas para delimitar el colectivo al que afectaría la restricción aconsejada por el supervisor a varias entidades financieras para enfriar la escalada de precios.
El Banco de España elude reconocer que ha cursado recomendaciones a los grandes y medianos de la banca para limitar los extratipos y niega la existencia de circular alguna con esas instrucciones.
La recomendación, emitida de forma verbal antes de Navidad, es topar la retribución a depósitos , cuentas, bonos y pagarés a 100 puntos básicos sobre el precio del dinero si se contratan a un año (1,75%, con el tipo actual de la Eurozona) y 200 puntos si el plazo es a dos años. Las entidades podrían exceder esa regla en el 15% del dinero captado para disponer de cierto margen para retener o fidelizar a los mejores clientes. El 85% restante del dinero atraído en esos productos se somete al consejo del supervisor o le pasaría factura (debería reforzar el capital entre un 0,75 y 1,25% de acuerdo a las reglas europeas fijadas por la autoridad bancaria EBA).
La razón para frenar una guerra en precios que ya intentó atajar sin éxito el anterior Gobierno socialista y con la perniciosa deriva de movilizar el ahorro hacia los pagarés, desprovistos de la protección del Fondo de Garantía, es acabar con una práctica que engulle los estrangulados márgenes de la banca a marchas forzadas y reactivar el crédito. Con los mercados cerrados a las emisiones, la banca se volcó en levantar a cualquier precio el dinero vía depósitos para cubrir sus propias necesidades.
La urgencia en atender vencimientos de deuda, contribuyó a secar el crédito. Ahora que parece que los mercados se han abierto y aceptan papel español, el movimiento del supervisor buscaría reducir el coste de captación de depósitos y que ese abaratamiento se traslade a los créditos para facilitar su acceso al particular y, sobre todo, a las asfixiadas pymes, indican fuentes financieras.
"Si tienes que pagar un 4% por los depósitos , es imposible dar créditos que no recojan ese coste", subrayan en una entidad, escéptica, no obstante, sobre la efectividad de la medida. La banca descarta que la financiación vaya a fluir simplemente con un abaratamiento de sus intereses, si no aparece demanda solvente y cuando familias y empresas están más volcadas en desendeudarse que en adquirir nuevas deudas financieras.