Madrid, 18 jul (EFECOM).- La venta de los astilleros de Sestao, Gijón y Sevilla, a los que se unirá próximamente la fábrica de motores de Manises (Valencia), pone fin a la historia de Izar, empresa que nació en el año 2000 de la fusión entre los astilleros militares (Bazán) y los civiles (AESA).
La privatización de los astilleros civiles cierra también la crisis abierta en mayo de 2004, fecha en la que Bruselas obligó a Izar a devolver ayudas consideradas ilegales por importe de 1.200 millones de euros.
La imposibilidad de afrontar esta carga obligó a la SEPI a segregar los astilleros militares, agrupados ahora en Navantia, e iniciar el proceso de venta de los civiles.
El 12 de mayo de 2004, la Comisión Europea (CE) declaró ilegales una serie de ayudas otorgadas por el Gobierno del PP y exigió a Izar su devolución.
Ante esta situación, el Gobierno socialista constituyó una Comisión Interministerial para buscar posibles soluciones.
El 30 de julio, el Consejo de Ministros autorizó a Izar a segregar su actividad militar y a constituir con ella una nueva sociedad.
El 16 de diciembre, la SEPI y los sindicatos mayoritarios firmaron un Acuerdo Marco sobre el futuro de los astilleros públicos en el que las dos partes se comprometían a buscar una solución de conjunto siempre que se cumplieran las exigencias comunitarias.
Un día después, el Consejo de Administración de la SEPI autorizó a Izar a traspasar los activos militares a una sociedad bautizada provisionalmente como "New Izar".
El 20 de enero de 2005, la CE aprobó el proyecto y, finalmente, el 3 de marzo, se creó Navantia, que agrupó a los astilleros de Ferrol, Fene, Cartagena, Puerto Real, San Fernando y Cádiz.
A mediados de marzo, el Ministerio de Trabajo aprobó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que contemplaba la prejubilación de 4.028 trabajadores.
El 1 de abril, la SEPI y la Junta de Accionistas de Izar acordaron la disolución de la empresa.
El proceso de venta de los astilleros civiles se abrió el 22 de julio y contó con el asesoramiento de The Boston Consulting Group.
El asesor independiente dio publicidad al proceso y envió información a 172 posibles interesados, de los que se recibieron 17 muestras de interés.
En noviembre de 2005 se presentaron nueve ofertas no vinculantes válidas, de las que ocho se dirigían a centros individuales y una a dos centros.
Finalmente, el número de ofertas vinculantes válidas quedó reducido a ocho, ninguna de ellas global.
El 23 de mayo de 2006, la SEPI y los sindicatos suscribieron un preacuerdo social, que establece garantías para los trabajadores durante diez años.
A pesar del apoyo de los sindicatos, el preacuerdo fue rechazado por los trabajadores de los astilleros, que han protagonizado protestas y movilizaciones desde entonces.
El 12 de julio, la SEPI anunció su decisión de adjudicar los centros de Izar a las ofertas que habían recibido la mejor valoración por parte del asesor independiente.
El grupo público informó ayer a los sindicatos y les comunicó que la venta del centro de Manises quedaba aplazada porque la CE había pedido aclaraciones sobre la oferta de Ros Casares.
Al término de la reunión, la Federación Minerometalúrgica de CCOO anunció que impugnará la privatización de los centros de Izar al considerar que el Gobierno "ha vulnerado" el acuerdo suscrito con los sindicatos en diciembre de 2004.
El Consejo de Administración de la SEPI autorizó hoy a la Comisión de Liquidación a vender tres de los cuatro centros de Izar: el de Sestao, a Construcciones Navales del Norte (CNN); el de Gijón, a Factorías Vulcano; y el de Sevilla, a Astilleros de Huelva. EFECOM
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