
"En Paradores no se ha producido un debido control de gastos", aseguró el ministro de Industria, José Manuel Soria, poco después de tomar las riendas de la cartera. Una puntada con hilo a tenor de la ejecución presupuestaria del Plan Estratégico 2009-2012 de la cadena pública, que ha terminado de lastrar sus delicadas finanzas. Un claro ejemplo de la falta de control en los gastos de las obras es el parador de Cádiz.
El presupuesto de la reforma se ha disparado un 70% hasta los 42,6 millones de euros, un montante que no sólo está muy lejos de los 25 millones presupuestados, sino que en 2011 obligó a Paradores a suspender el programa de inversiones y a concentrar el 74% del gasto total en la obra. La fuerte inversión en reformas está detrás de los problemas de tesorería de la compañía, que ha cerrado 2011 con un agujero contable de 118,6 millones de euros y unas pérdidas de 35 millones de euros.
En 2009, la cadena pública presidida en aquel momento Miguel Martínez elaboró un Plan Estratégico para cuatro años valorado en 168,9 millones de euros. En el proyecto inicial se contemplaba la reforma del parador de Cádiz por 17 millones de euros, montante que se elevó a 25 millones porque el presidente decidió demolerlo y construirlo de nuevo. Esta decisión no sólo se ha traducido en un gasto de más de 40 millones, sino que ha obligado a la cadena a tener cerrado durante dos años y medio el establecimiento, uno de los más rentables de la red.
En 2010, el inicio de las obras del parador gaditano, la reforma de Cáceres y la puesta en marcha del establecimiento de Villafranca del Bierzo (León) se repartieron casi a partes iguales el presupuesto de 13,9 millones. En 2011, la partida destinada a la construcción del nuevo edificio gaditano alcanzó los 31,4 millones y, de cara a 2012, habían comprometidos otros 5,29 millones para terminar las obras de Cádiz.
Fuera de mercado
Según fuentes de la cadena, el presupuesto final del parador, que cuenta con 124 habitaciones y todavía no está operativo al 100%, se eleva hasta los 45 millones. Un gasto que está por encima de los estándares del mercado. Tal y como explican desde el sector, derribar y reconstruir un hotel similar al de Cádiz puede costar como máximo 20 millones. "Un hotel de obra nueva cuesta unos 100.000 euros por habitación, monto que puede variar en función de mobiliario", explican.
Pero el parador gaditano no es el único ejemplo de desfase presupuestario. La reforma del parador leonés de Villafranca costó 10 millones de euros, un 45 por ciento más que los 6,9 millones presupuestados en 2010. "Las obras de mejora supusieron una fuerte inversión y el establecimiento sigue dando pérdidas", explican fuentes cercanas a la cadena.
En las cuentas de 2011, Paradores asegura que se ha suspendido el Programa de Inversiones en "aras a alcanzar el necesario equilibrio de las cuentas financieras". Un plan que el nuevo Ejecutivo no sólo no ha reactivado sino que ha llegado a proponer el cierre de siete establecimientos. En marzo, Industria anunció que no paralizaba la mayor parte de los 12 proyectos previstos para 2016 por el elevado déficit y, pocos meses después, habló del cierre de hoteles en números rojos -el 25 por ciento de la red-.