España

La falta de liquidez obligó a Paradores a vender su sede por 21,7 millones

  • La cadena cerró 2011 con un 'agujero' de 118 millones y pérdidas de 35 millones
Parador de Baiona (Pontevedra). eE.

La caja de Paradores está vacía. La caída de los ingresos y los elevados gastos (costes de alquileres y de personal) se han traducido en un serio problema de liquidez en la cadena pública, que ya el año pasado se vio obligada a vender su sede de Madrid (calle Requena, 3) para afrontar sus obligaciones a corto plazo, como fueron los pagos a proveedores o las nóminas.

La compañía que ahora preside Ángeles Alarcó vendió el edificio de Servicios Centrales a Segipsa (Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio) por 21,7 millones en 2011. La operación incluye un contrato de alquiler firmado entre Paradores y la entidad estatal de 1,063 millones de euros al año, que empezó a hacerse efectivo a partir de julio del pasado ejercicio tal y como recogen las cuentas de la cadena pública de 2011.

La venta no sólo aportó dinero líquido para hacer frente a los vencimientos de la deuda y al pago de las facturas, sino que ha generado un "beneficio excepcional" de 12,4 millones de euros, que permitió a Paradores mejorar su resultados de explotación en un 70% con respecto a 2010, reduciéndolo a unos números rojos de sólo 4 millones de euros. Esta cifra no incluye el canon de 9 millones de euros que la cadena tiene que pagar a Tourespaña por el arrendamiento de los edificios históricos que explota, como el Parador de los Reyes Católicos de Santiago de Compostela. Aun así, la compañía arrojó un resultado negativo de 35 millones, el doble que las pérdidas de 17 millones registradas en 2010.

"La venta se realizó muy deprisa, casi a capón, por la necesidad de afrontar pagos a corto plazo y la valoración del edificio es casi simbólica. Ya no les queda nada por vender", aseguran fuentes cercanas a la cadena pública. La operación de sale & lease back (venta y alquiler) llevada a cabo por el equipo que por aquel entonces dirigía Miguel Martínez, amigo íntimo de José Luis Rodríguez Zapatero, fue un simple parche para retrasar las medidas de ajuste.

Y es justo por eso que el equipo de Ángeles Alarco se vio obligado a realizar un fuerte plan de ajuste nada más aterrizar en la cadena en febrero de 2012. Al llegar llevó a cabo un plan de ahorro de casi 20 millones de euros que, finalmente, ha desembocado en un ajuste de plantilla que afecta a 1.646 empleados, entre despidos, prejubilaciones y rebajas de sueldos y el cierre de unos siete establecimientos para poder sobrevivir.

Esto dificulta su privatización

Y es que la situación financiera de Paradores es muy complicada. La cadena pública tiene serios problemas de tesorería que no sólo le hacen tener dificultades para hacer frente a los pagos pendientes sino que dificultan su posible privatización.

Grant Thornton, la firma que ha auditado sus cuentas, alerta de que la cadena pública tiene un fondo de maniobra negativo de 118,4 millones de euros, lo que supone un empeoramiento frente al agujero contable de 80 millones de euros con el que cerró Paradores el año 2010. A esta agujero se suma unas pérdidas netas de 35 millones de euros y un ebitda negativo de 5,5 millones de euros. Pese a que estas cifras, fruto de la debilidad de los ingresos y los elevados gastos, supondrían que Paradores tendría que estar en disolución, los gestores de la cadena han elaborado las cuentas en base a una empresa en continuidad por las expectativas de mejora de los ingresos, que en 2011 cayeron un 1,34%.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky