La aerolínea de bajo coste irlandesa registró en la primera mitad de su ejercicio fiscal, finalizado el pasado 30 de septiembre, un beneficio de 596 millones de euros, un 10% más que en el mismo periodo de 2011 cuando alcanzó los 544 millones de euros.
La compañía incrementó su facturación en un 15%, hasta los 3.106 millones de euros, tras elevar su tráfico de pasajeros en un 7%, alcanzado así los 48 millones de viajeros transportados, frente a los 44,7 millones que registró durante entre abril y junio del año anterior.
El consejero delegado de la aerolínea, Michael O'Leary ha remarcado que las ganancias de la compañía han superado sus expectativas gracias al impulso "fuerte" de las reservas en verano, sobre todo con motivo de los Juegos Olímpicos, junto con el aumento de las tarifas. También ha recalcado la positiva contribución de la implementación "exitosa" de su programa de ahorro de combustible, pese a que esta partida de costes aumentó un 24% entre marzo y septiembre, hasta alcanzar los 218 millones.