El convenio obliga a que salgan de la empresa los más bajos del escalafón en el caso de un ERE. Los grandes afectados de este recorte serían una gran parte de los copilotos de la compañía aérea.
Iberia guarda en el cajón un plan de saneamiento extremo en el que en el peor de los casos posible podrían salir de la compañía 600 pilotos, casí el 40 por ciento de un total de 1.500 comandantes y copilotos. Según explican fuentes conocedoras del proceso a elEconomista, este escenario más agresivo se produciría en el caso de que el laudo de Iberia Express siga manteniendo un escalafón único para los pilotos de la filial de bajo coste y de la operadora aérea tradicional y la crisis económica siga azotando las cuentas de la compañía, que registró unas pérdidas operativas de 263 millones de euros en el primer semestre del año.
En el caso de producirse este duro ajuste a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el convenio colectivo pactado entre el sindicato de pilotos Sepla y la dirección de la compañía obliga a que salgan de la empresa los comandantes más bajos del escalafón. O sea, los que menos antigüedad tienen en la compañía.
Copilotos, los más afectados
Las mismas fuentes aseguran que ello supondría un gran varapalo para el colectivo de copilotos, ya que serían los más afectados. De hecho, se podría dar una curiosa situación, ya que siguiendo las condiciones marcadas por el laudo y una vez que salieran 600 segundos de a bordo, algunos copilotos con muchos años de experiencia y a punto de pasar a ser pilotos de Iberia en largo radio podrían verse obligados a operar como comandantes en Iberia Express.
Según la reforma laboral, la compañía presidida por Antonio Váz- quez podría aplicar un ERE con una indemnización de 20 días por año por un periodo máximo de 12 meses, ya que la aerolínea española con sede en Barajas registra pérdidas. La plantilla actual de Iberia es de 20.000 empleados. De ellos, hay 1.500 pilotos, aproximadamente unos 4.000 tripulantes de cabina (el colectivo de azafatas) y, el resto, son personal de tierra.
El modelo definitivo de recorte no está cerrado y es la consultora PwC la que está definiendo las diferentes variables. Todo depende de dónde se vaya a recortar: si es de las rutas de largo radio o de las de corto. En este terreno, Iberia también está muy pendiente de los planes de intermodalidad de Fomento para que el AVE llegue a Barajas, lo que facilitaría la conexión con vuelos de largo radio sin necesidad de emplear tantos aviones para el corto radio. Un portavoz oficial de Iberia no hizo comentarios sobre el plan de reestructuración.
En el caso de que el laudo y la obligatoriedad de escalafón único para los pilotos de Iberia y Express se respeten, la intención de la compañía aérea es parar el plan de crecimiento de su filial de bajo coste hasta el 1 de enero de 2015, que es cuando deja de tener vigor el arbitraje emitido por Jaime Montalvo. La compañía aérea socia de British Airways en IAG tiene cierto margen de maniobra para su negocio p eninsular y europeo al echar mano de Air Nostrum, su franquiciada para vuelos regionales, y de Vueling, la compañía de vuelos de bajo coste en la que controla un 46 por ciento del capital.
No obstante, la posibilidad de que salgan de la empresa alrededor de 6.000 empleados en Iberia, entre los que figurarían 600 pilotos y segundos de a bordo, podría reducirse notablemente después del sorprendente giro que dio la Audiencia Nacional el pasado miércoles.
Cuando el equipo de abogados de Iberia era bastante pesimista ante la evolución de su recurso del laudo, los magistrados de la Sala de lo Social de la Audiencia han mandado sorprendentemente repetir la vista que se celebró el 11 de octubre, argumentando que Iberia Express resulta directamente afectada por la decisión que se puede adoptar y, por tanto, la empresa dirigida por Luis Gallego debería participar en una nueva vista en el futuro.
Fuentes jurídicas interpretan este paso como la llave para abrir la puerta de que se declare nulo el laudo de Iberia por los mismos argumentos, ya que ni Jaime Montalvo ni su equipo contaron en ningún momento con la opinión y los argumentos de Iberia Express durante el proceso de arbitraje y el laudo, como mínimo, se debería repetir.
La próxima fecha marcada en rojo para los intereses del futuro empresarial de Iberia es el próximo jueves 25 de octubre. Paralelamente a la repetición de la vista celebrada el pasado 11 de octubre, la semana que viene es Iberia Express a petición propia quien dará sus argumentaciones ante la Audiencia.
Además de reclamar que no han sido llamados durante la elaboración del arbitraje para dar su punto de vista, el equipo de abogados de Express pondrá en tela de juicio algunas de las obligaciones emitidas en el laudo, entre las que se encuentra la de recibir la formación de los pilotos desde Iberia, cuando la normativa indica que debería ser desde la propia low cost.
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