MADRID (Reuters) - España despejó el viernes una de las últimas incógnitas que pesan sobre su atribulada economía al hacer públicas unas necesidades de capital de su banca inferiores a la facilidad otorgada por Europa tras un exhaustivo ejercicio del valorador independiente.
El examen realizado por Oliver Wyman arrojó unas necesidades de recapitalización máximas de 59.300 millones de euros -repartidas entre siete de los 14 grupos analizados - que los analistas consideraron ajustadas a las previsiones y que no desvelaron grandes desajustes en los balances, eliminando un importante obstáculo antes de la eventual petición de rescate de las cuentas públicas.
El Gobierno se mostró satisfecho con un ejercicio que calificó de "severo" y "extremadamente improbable" y se mostró confiado en una reacción positiva de unos mercados que mirarán ahora la decisión de Moody's sobre la calificación de crédito de España y la solicitud de ayuda que está estudiando el Ejecutivo.
"Debería despejar todas las dudas sobre las fortalezas del sistema", dijo el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, que destacó que los siete grupos que superan las pruebas representan el 62 por ciento de la cartera analizada.
Con el diferencial hispano-alemán a diez años en torno a los 450 puntos básicos y buena parte del mercado descontando una petición de ayuda para sostener el coste de la deuda pública a Bruselas que encendería el cañón del BCE para comprar bonos soberanos, Moody's tiene que hacer pública en las próximas horas su opinión sobre el perfil de riesgo soberano teniendo en cuenta los últimos hitos.
"Parece estar en línea con lo que esperaba el mercado y podría haber sido peor", dijo David Schnautz, analista de Commerzbank en Nueva York. "Supone otro nivel de incertidumbre que desparece. Ayer tuvimos los presupuestos (del Estado español) y ahora estamos esperando a ver lo que dicen las agencias de rating".
La agencia colocó el rating de España en la lista de vigilancia negativa para un posible descenso hasta el considerado grado especulativo o "bono basura", que podría tener consecuencias inmediatas en la financiación y el coste del Estado las empresas españolas.
60 QUE SON 40
Las necesidades estimadas para los 14 grupos bancarios no serán las que finalmente otorgarán los socios europeos ya que el ejercicio de estrés no toma en cuenta proyectos de fusión ni créditos fiscales que los bancos podrán descontar en sus declaraciones en el momento en que recuperen la senda de beneficios ni tampoco la capacidad propia de las entidades para generar recursos no públicos.
Según los datos desvelados por el Banco de España, en el escenario de estrés en el que se estima un core capital del 6 por ciento, la necesidad calculada en tres años de condiciones económicas adversas para los siete grupos bancarios con déficit de capital ascienden a 53.745 millones si se computan como recursos propios los créditos fiscales y se consideran los procesos de fusión en marcha.
Pero de los siete grupos que tendrían dificultades en el escenario recesivo, tres de ellos han de presentar en los próximos días unos planes de recapitalización en los que tratarán de conseguir recursos propios con los que cubrir o rebajar las necesidades.
En este contexto, Jiménez Latorre coincidió con estimaciones de analistas al señalar que previsiblemente la ayuda requerida de Europa sea un 33 por ciento inferior a lo identificado por el auditor.
"(...) aproximadamente 40.000 millones", dijo el funcionario preguntado por las necesidades públicas.
En la reducción hasta esta cifra se tienen en cuenta también la venta de activos al banco malo -la denominada Sociedad de Gestión de Activos (SGA)- y las pérdidas voluntarias o impuestas que sufran los tenedores de instrumentos híbridos como las preferentes, objeto todavía de negociación con la Comisión Europea.
UNOS TANTO Y OTROS TAN POCO
El histórico ejercicio de auditoría - impuesto por Bruselas para conceder la ayuda financiera - puso de manifiesto el carácter heterogéneo del otrora atomizado sector bancario que, en apenas tres años, ha visto desaparecer a una treintena de entidades.
El primer banco de la eurozona por capitalización, Santander, mostró una fortaleza única a la crisis con un colchón para la situación adversa supuesta en tres años de más de 25.000 millones de euros.
Su inmediato competidor, BBVA arroja en el ejercicio estresado un superávit de capital de más de 11.000 millones.
Por el contrario, la nacionalizada Bankia sigue batiendo récords al figurar con una necesidad de capital de 24.743 millones de euros incluso considerando unos créditos fiscales de unos 6.000 millones de euros.
LA INCÓGNITA DE POPULAR Y LA SORPRESA DE UNICAJA
Pese a sus elevados ratios de eficiencia, el mediano Banco Popular cumplió los pronósticos del mercado y pagó su elevada exposición al ladrillo al arrojar un déficit de capital de 3.223 millones de euros.
A pesar de lo elevado del importe, la entidad se apresuró a comunicar al mercado que cumplirá con estas necesidades sin necesidad de ayuda pública.
"(...) Descartándose recurrir a inyecciones de capital público en el futuro", dijo Popular en una nota al regulador bursátil en la que se reafirmó en el objetivo de generar plusvalías por 2.300 millones de euros - fundamentalmente con venta de activos - y de emitir 700 millones de euros en nuevos instrumentos de capital.
Aunque las condiciones impuestas por Bruselas para el desembolso de ayuda a los bancos contemplan que aquellas entidades con déficit superior al dos por ciento de los activos ponderados por riesgo (el caso del Popular) han de emitir cautelarmente bonos convertibles contingentes (CoCos) suscritos por el Estado, Restoy dejó entrever que Popular podría escapar del aguijón público.
Tanto el Banco de España como Economía advirtieron a las entidades con planes de fusión de que tenían que tener en cuenta los datos del examen y dejaron claro que el Gobierno no va a apoyar uniones entre entidades débiles.
Estas declaraciones restan probabilidad a una eventual fusión entre Popular y BMN - cuyo déficit asciende a 2.200 millones de euros - que han reconocido conversaciones de integración.
Entre los que superaron el listón de Oliver Wyman sorprendió el todavía proyecto de fusión de la rentable Unicaja y sus pretendientes castellano-leoneses consideradas mucho más vulnerables por su tamaño y exposición al riesgo.
El grupo presenta un excedente de capital de 128 millones de euros en el escenario estresado y, en el escenario base el superávit llega incluso a los 1.300 millones de euros.
/Por Tomás Cobos y Jesús Aguado/
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