MADRID (Reuters) - La banca española tiene unas necesidades de capitalización de 59.300 millones de euros, una cifra que está en línea con lo apuntado inicialmente y lo esperado por los mercados, según las pruebas de estrés que ha realizado la consultora Oliver Wyman y que el Gobierno difundió el viernes.
Esta cifra -que se corresponde con la necesidad de un 'core capital' superior al 6 por ciento en un escenario adverso a tres años- se reduce a 53.745 millones si se computan como recursos propios los créditos fiscales que tienen las entidades y se consideran los procesos de fusión en marcha, dijo el viernes el Banco de España en una nota de prensa.
El grueso de las necesidades se concentra en las entidades en manos del Estado -BFA-Bankia, Novagalicia (NCG Banco), CaixaCatalunya (CX) y Banco de Valencia-, tal como se esperaba. Además, las pruebas también identifican carencias de capital en otras entidades: los antiguos grupos de cajas BMN y Ibercaja-Caja3-Liberbank (en proyecto de fusión), y el cotizado Popular, que necesitaría 3.223 millones de euros.
Las necesidades identificadas por la consultora no son equivalentes al apoyo público que los bancos recibirán como parte del rescate europeo a la banca española.
La diferencia entre ambas cifras se establecerá en función de las necesidades que los bancos cubran por sus propios medios (venta de activos o captación en mercados), la venta de activos al banco malo -la denominada Sociedad de Gestión de Activos (SGA)- y las pérdidas voluntarias o impuestas que sufran los tenedores de instrumentos híbridos.
"Estamos ya trabajando con las entidades afectadas y con la propia Comisión Europea sobre los planes de reestructuración de las entidades que ya están participadas por el FROB (...) esos planes de reestructuración están siendo en este momento analizados y esperamos que estén aprobados hacia primeros del mes que viene", dijo el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, en rueda de prensa tras conocerse los datos de la auditoría.
Restoy señaló que con las actuaciones públicas y privadas en torno a la banca, el sector va a estar "holgadamente capitalizado y (...) profundamente saneado".
El subgobernador también indicó que no promoverá la fusión de entidades débiles para cubrir los déficit de capital identificados y que las entidades en proyecto de fusión han expresado su intención de continuar con los mismos tras conocer los resultados de las pruebas.
VENDER LAS ENTIDADES INTERVENIDAS
El subgobernador del Banco de España dijo que la vocación de las autoridades españoles en cuanto a las entidades financieras participadas por el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada es venderlas aunque condicionó el momento al interés de eventuales inversores y las condiciones económicas.
"La idea es vender las entidades nacionalizadas en cuanto sea posible... El momento dependerá de nuestra percepción del interés que pueda tener un proceso de venta en un momento concreto" y de las condiciones macroeconómicas, dijo Restoy.
Restoy añadió sobre los procesos de venta de Catalunya Caixa y Banco de Valencia que la intención es tratar de reanudarlos en los próximos meses.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, indicó que el Gobierno espera una respuesta positiva de los mercados a los resultados de las pruebas de estrés a la banca.
"Respecto a la respuesta de los mercados, lo normal es que sea positiva, el ejercicio ha sido muy severo muy conservador, muy transparente y en consecuencia debería despejar todas las dudas sobre las fortalezas del sistema", dijo Jiménez Latorre.
Los resultados de las auditorías provisionales de Roland Berger y la propia Oliver Wyman publicadas el 21 de junio situaban las necesidades en hasta 62.000 millones de euros en el peor de los escenarios, una cifra inferior a los hasta 100.000 millones de euros del rescate otorgado por Bruselas para la banca española.
Tras las pruebas, BMN y Ibercaja-Caja3-Liberbank y el cotizado Popular tienen que presentar en las próximas semanas sus planes de recapitalización para su evaluación por el Banco de España y la Comisión Europea, que determinarán si pueden captar fondos por sus propios medios o necesitan inyección pública.
Popular ya ha comunicado que no acudirá a ayudas públicas para su recapitalización, aunque no ha detallado la actualización de su plan de negocio para conseguir reforzar su balance.
Las cuatro entidades ya nacionalizadas están trabajando con las autoridades europeas para elaborar los correspondientes planes de reestructuración con dinero público o liquidación.
El resto de bancos analizados -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, BBK-Kutxa-Vital, Bankinter y Unicaja- arrojó excedentes de capital en el ejercicio tensionado de la consultora, por lo que no requerirán capital adicional.
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