
La Comisión Europea (CE) ha dado luz verde, pero con condiciones, a la adquisición del sello discográfico británico EMI por parte de Universal Music Group, filial del grupo francés Vivendi, de manera que no se perjudique el desarrollo de las plataformas de venta de música en Internet.
Bruselas subordina la aprobación a que EMI se deshaga del sello Parlophone y de otros activos musicales que posee en todo el mundo, precisa el Ejecutivo comunitario en el comunicado difundido hoy. La venta de activos fue la opción propuesta por la propia Universal el pasado mes de julio, después de que las autoridades comunitarias mostrasen su reticencia a la operación por los problemas a la competencia que podía generar.
Importantes compromisos
Así, la nueva sociedad también tendrá que deshacerse de EMI France (que alberga el catálogo de David Guetta), los sellos de EMI de música clásica, el sello Mute (The Ramones y Jethro Tull), Chrysalis (Depeche Mode, Moby y Nick Cave & The Bad Seeds) y diversos otros negocios y entidades locales de EMI.
Además, Universal se ha comprometido a vender el 50% de la popular recopilación de JV "Now! That's What I Call Music", y a no incluir la cláusula de la nación más favorecida en cualquier nuevo contrato con clientes digitales en el Espacio Económico Europeo durante, al menos, diez años.
La CE concluyó que la operación, tal y como le fue planteada por las empresas, habría permitido a Universal endurecer significativamente los términos de licencia que ofrece a las plataformas digitales que venden música a los consumidores, como Spotify, Apple o Amazon. Sin embargo, Universal se mostró dispuesta a aceptar "importantes compromisos", lo que que ha acabado por convencer a Bruselas de que la compra puede ser culminada.
Atención a lo digital
El vicepresidente de la CE y titular de Competencia, Joaquín Almunia, dejó claro que la investigación llevada a cabo por sus servicios "ha prestado atención especialmente a la innovación digital, que está cambiando la manera en que la gente escucha música".
La concentración propuesta aunará a dos de las cuatro grandes discográficas mundiales y la CE había expresado preocupación por que Universal se hiciera con un excesivo poder de mercado frente a sus clientes directos que venden música en formato físico y digital a nivel minorista.
En su opinión, Universal podría haber incrementado su peso de tal manera que hubiera podido imponer precios más altos y términos de licencia más onerosos a proveedores de música digital, lo que "habría afectado negativamente a las posibilidades de innovar" en ese terreno.